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La temporada del Atlético de Madrid se nos ha ido de las manos. Lo que comenzó con un gran inicio de temporada, sustentado en varias temporadas de crecimiento exponencial, se ha convertido en toda una realidad con letras mayúsculas. La temporada, suceda lo que suceda desde ahora mismo, es y será todo un éxito. Independientemente de si llegan o no los títulos y del tamaño de los mismos.

El ‘boom’ atlético es tal que no ha pasado desapercibido fuera de las fronteras de lo deportivo y, lo que es más importante, fuera de España. La filosofía del esfuerzo colectivo para obtener un beneficio común se ha extrapolado a otros ámbitos de la vida y no es raro escuchar hablar del ‘cholismo’ a directores de empresa e incluso políticos. El Atlético de Madrid es a día de hoy y gracias al esfuerzo de jugadores y cuerpo técnico un motivo de orgullo para todos los aficionados, la vuelta a una realidad de algo que algún día fue y que la falta de interés o el exceso de egoísmo de algunos provocaron que dejara de ser.

El pasado fin de semana, los aficionados del Fortuna Düsseldorf sorprendieron con una pancarta tan sencilla como clarividente de lo que los aficionados de los clubes ‘no-grandes’ sienten por el conjunto rojiblanco: “Felicidades Atlético”. Era el agradecimiento por demostrar que se puede llegar a límites insospechados sin tener miles de millones en las arcas dispuestos a ser invertidos en la mejor plantilla posible. El mismo Tiago reconocía semanas atrás que el equipo siente a través del cariño de terceros como si fuese una especie de Robin Hood del fútbol moderno.

La prensa también se ha hecho eco de esta revolución. El pasado mes de octubre, la prestigiosa revista FourFourTwo dedicó su portada y un reportaje especial para hablar de cómo había influido la llegada de Diego Pablo Simeone al Atlético de Madrid. Meses más tarde, la televisión israelí ha realizado un documental para explicar a su audiencia lo que supone la irrupción colchonera de boca de atléticos como el periodista Javier G. Matallanas o Kiko Narváez. Otros medios como el Wall Street Journal hablan ya abiertamente de la búsqueda de la conquista de España por parte de los colchoneros.

Pero como no es oro todo lo que reluce, esta repentina explosión mediática también ha dado a conocer las vergüenzas del club. De ello se encargó el británico Independient en un artículo que pretende diferenciar el término Robin Hood de la realidad económica e institucional del Atlético de Madrid. No es algo malo, sino necesario. Saber lo que ha sido en los últimos años  el Atlético de Madrid también es importante para valorar más si cabe el éxito actual y no olvidar que, por encima de lo deportivo, aún hay mucho camino por recorrer para convertir al equipo rojiblanco en un referente total.