Ante el Oporto, el aficionado rojiblanco tendrá la oportunidad de volver a ver a Óliver Torres. El canterano portará sobre sus hombros la carga de responder a las palabras de Diego Pablo Simeone, que ha reconocido públicamente que espera más de él. Pero sobre el césped del Vicente Calderón estará otro jugador tan joven y trabajador como el extremeño y con aún menos oportunidades en lo que va de temporada: Javier Manquillo.
El lateral, a quien los rumores le situaron en verano como sucesor de Carvajal en el Bayer Leverkusen, prefirió quedarse en el Atlético de Madrid. Manquillo es un hombre de convicciones y una de ellas es triunfar vestido de rojiblanco, al igual que lo fue abandonar el Real Madrid de manera tajante cuando el eterno rival optó por cortar a su hermano.
Pero la realidad en ocasiones es exesivamente dura. En un equipo que no hace tanto sufría a Seitaridis y Valera, Manquillo ha topado con un extremo reconvertido a lateral que ha acabado en internacional. Juanfran se ha mostrado como un rival imbatible en la carrera por un puesto en el once. Donde antes tenía que jugar el menos malo, ahora descansa un diamante en bruto a la sombra de un internacional y campeón de la Eurocopa.
Es la bendita injusticia del actual Atlético de Madrid. La alta competencia hace que los jóvenes tengan que pelear muy mucho cada minuto. Internacional en categorías inferiores, Manquillo solo ha podido rebañarle 180 minutos a Juanfran. Los primeros 90, contra todo pronóstico, fueron en Valladolid y la afición atlética quedó más que satisfecha con su rendimiento. Más de lo mismo pasó el último fin de semana en el choque copero ante el Sant Andreu.
Pese a que el rival estaba varios peldaños por debajo, el desparpajo de Manquillo le hizo protagonista máximo de todas las acciones que sucedían por su banda. Pisó la línea de fondo rival sin ningún tipo de rubor para regalar el segundo gol a Arda Turan y bien pudo haber firmado otra segunda asistencia si Diego Costa hubiera finalizado mejor.
La sanción de Juanfran le permitirá vivir aquello con lo que sueña todo futbolista, escuchar en primera persona, sobre el césped y ante tu afición el himno de la Champions. Serán su últimos minutos, trámite copero al margen, si el Cholo no lo evita. Continuidad o cesión son los dos horizontes que se presentan en el horizonte del futuro de Javier Manquillo. Ambas serían buenas para el jugador, ambas supondrían un serio esfuerzo, quizá alguna sea incorrecta.
Sin embargo, el buen hacer del Atlético de Madrid debería permitir a Manquillo gozar de más minutos si es que decide quedarse. El calendario se volverá más exigente que nunca en el año nuevo y cada descanso se convertirá en oro cuando haya que hacer recuento de esfuerzos en la parte decisiva de la campaña. Las rotaciones serán claves y Manquillo, pese a no haber jugado todo lo que a la mayoría nos gustaría, es un soldado de lujo para entrar a la batalla en cualquier momento.
En el Atleti como bien se comenta en el artículo hemos sufrido a Valera y Seitaridis hace bien poco, y en ambos casos era mejor jugar con 10.
Los buenos laterales son complicados de encontrar, de fichar, de tener en la plantilla. Y en este caso caso tenemos a dos espectaculares. Espero que el Cholo lo sepa leer, y que a el no le pueda la impaciencia. A Juanfran es complicadísimo toserle porque está a un nivel brutal. Pero si se le mantiene y se le dan minutos Manquillo sería el heredero perfecto.
Benditos problemas.
Este chaval es un valor de seguro.
Espero que el Cholo lo gestione bien.