Por favor permitidme que me presente. Soy un hombre de honor y de principios. He estado aquí durante muchos años y he tenido que ver en tantos momentos y sueños de tu vida.
Encantado de conocerte, espero que adivines mi nombre, porque es la naturaleza de mi juego.
Yo estuve allí, cuando marqué el primer gol en el primer estadio de Madrid que un aficionado podía ver el fútbol sentado.
Fui yo quien te elevó al cielo durante unos instantes haciéndote sentir campeón de Europa.
Grité a un dictador. Le demostré mis principios y que significaba el club que mancilló.
Conocí a un portugués, tan díscolo como único y le enseñé cómo defender el honor de un compañero, como pasar a la Historia.
Grabé en tu memoria un discurso inolvidable, que me repetí durante más de 20 años cada vez que te enfrentabas al mismísimo demonio blanco.
Te hice llorar, emocionarte y pasar a la historia con una final soñada. Una vendetta imposible. Te enseñé a crear el plan perfecto sólo si crees en él.
Allí acudí. A sacarte de las sombras y de tu infierno, sin pensar en quien te llevó porque tu eras lo más importante. Nada hubiera sucedido sin mi y jamás te pedí que me dieras las gracias porque soy un hombre de honor que lucha como tu hermano.
Sigues sin saber quien soy, seguro que sí, pero jugaremos un poco más.
Ensanché mis espaldas y recibí todo tipo de críticas. Tenía un plan y la llave de las puertas del éxito. Aguanté y nadie me tumbó, y a cambio te hice campeón de Europa brillando con un fútbol que jamás habías visto y una marca que ahora todos reconocen. Y después, me fui, porque soy un hombre con principios.
Recibí reconocimiento. Y sólo estuvieron los que yo quise, unos pocos aficionados y mis compañeros de batalla. Mi gente. Y si no estuviste te perdono, porque soy lo que soy y por eso nadie de los que de verdad me conoce jamás habló mal de mí.
Nunca recibí las medallas que otro se llevó. Nunca te critiqué. Te di un equipo campeón porque amo mi país, amo mi profesión, solo te lo dejé limpio de malas hierbas para que hicieras el mejor jardín de amigos que juegan como estrellas.
Ojalá esté ahí cuando mi club vuelva a ser mío y el de 45 mil compañeros de viaje más.
Encantado de conocerte, espero que hayas adivinado mi nombre.
Ahora, al final del viaje me despido. Sin ruido. Sin espectáculo. En silencio, porque es la naturaleza de mi juego.
¿Ya sabes mi nombre? He tenido muchos. Puedes llamarme Don Luis si eres de las nuevas generaciones, pero si eres de los de los 50 ya sabes como llamarme.
Soy Zapatones, un atlético. Como tú.
Please allow me to introduce myself… me ha encantado.
Muchas gracias
Cuando lo escribía resonaba en mi cabeza la canción. Se nos jubila un trozo de historia viva.
Un saludo
Día triste, muy triste. Ha fallecido el más grande de todos los atléticos. Descanse en paz Luis Aragonés.
Agradezco enormemente a José Valera que haya escrito este artículo en forzaatleti. Quedará para siempre como nuestro homenaje a Luis.
Aunque no lo leí en su momento, creo que es un gran homenaje.
Gracias José Valera.
Grandísimo articulo!
todavía me tiembla el corazón!!! DEP EL SR D. LUIS ARAGONES