No ha podido ser, el Atlético de Madrid B tendrá que permanecer otro año más en la categoría de bronce. El pasado domingo visitaron el estadio de la UD Salamanca, con el objetivo de seguir sumando y, así, alcanzar esa ansiada cuarta plaza. Un sueño que se convirtió en pesadilla en el Helmántico. No sólo por el resultado (3-0), sino también por la actitud dada a los aficionados y, sobre todo, por la falta de metas para estas dos últimas jornadas, ya que los rojiblancos no pueden alcanzar puestos de play-offs, ni poseer plaza para disputar la Copa del Rey.
Fue un partido de esos que es mejor olvidar, nada parecido a lo que se había visto anteriormente. De hecho, los de Santaelena sumaron la segunda derrota de las últimas diez jornadas. Una gran racha que se vio empañada en el Helmántico. El Caudal hizo lo propio y venció como local, cosa que obligaba a los colchoneros a conseguir la victoria. Ahora son octavos, a nueve puntos del ascenso y a falta de sólo dos jornadas. Es decir, sin metas por las que luchar, los canteranos se han tomado las vacaciones antes de tiempo.
Los rojiblancos saltaban al césped con buenas sensaciones y una buena entrada local para animar a los suyos. El encuentro comenzó con dominio atlético, con idas y venidas de Ndoye y la insistencia del goleador Gerard. Santaelena insistía a sus pupilos de que realizasen el juego que venían haciendo hasta ahora: balones en profundidad y contras efectivas. Pero todo se torció en el minuto 15, cuando la UD Salamanca abrió el marcador. En ese instante todo empezó a ir cuesta arriba, César Ortiz retrasa el esférico hacia atrás sin mirar, gran fallo para un profesional, el cuál es aprovechado por Javi H. para quedarse sólo ante Bono y batirlo sin ninguna presión.
El Atlético B herido en su orgullo, se volcó al ataque con el único que parecía querer de verdad la victoria, Ndoye. El ariete rojiblanco dio más de un dolor de cabeza a la zaga salmantina, pero siempre se topaban con Raúl Moreno, al que no consiguieron marcarle un gol. Rondaba el minuto 22 cuando los locales sacaron un córner desde la izquierda, tras varios rebotes el balón le cayó a Piojo que, al primer toque, puso el 2-0 en el marcador y dejaba el partido casi sentenciado.
A partir de ahí, los fallos empezaron a ser evidentes en los rojiblancos; puede ser que fuesen los nervios o la presión por conseguir la victoria, pero es que no supieron aprovechar ni los regalos de los locales. Pues el portero salmantino tuvo un grave error en una cesión fácil dejando el balón muerto en el área chica y ante la atónita mirada de Gerard. El colchonero tardó en reaccionar, cosa que facilitó el trabajo a los defensas para bajar corriendo y despejar el balón.
Ya al borde del descanso, Thomas en un arrebato de rabia realizó una dura entrada a un jugador local costándole la amarilla, pero el canterano empezó a protestar al árbitro haciendo que el colegiado le expulsase por doble amonestación.
La segunda mitad tuvo un desarrollo parecido, un Atleti B con diez y con la misión de darle la vuelta al resultado. Esa misión tuvo que ser abortada nada más comenzar, pues Javi H. anotó el tercer tanto justo al comenzar el segundo acto. Con todo esto, el partido transcurrió con idas y venidas para ambos equipos y algún palo de los colchoneros, aunque el dominio era para los salmantinos. Ya en la recta final del partido, en el 90, Kader perdió los papeles y, tras realizar una falta, le propinó un cabezazo a un jugador rival. Roja directa. Pero no quedó ahí la cosa, Alfredo Santaelena disconforme con la decisión del colegiado se puso a discutir con todo el mundo, hasta con los militantes del banquillo unionista; el árbitro, cansado de que el partido se calentase, decidió expulsarlo junto a su jugador y finalizar el encuentro.
La imagen dada en el pasado partido no es la que tienen que seguir como ejemplo los canteranos rojiblancos, ya que no es el primer partido que acaban con dos jugadores expulsados. A pesar de todo, la temporada colchonera ha sido bastante buena aunque es una pena que ya no pueda luchar por conseguir el ascenso. Ahora toca descansar y afrontar los dos últimos partidos al máximo nivel para quedar, eso sí, lo más alto posible en la clasificación. Donde debe estar el Atlético de Madrid.