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Griezmann para vencerlos, Correa para enamorarnos

Liga
Jornada 5

Atlético Atlético 2

Getafe Getafe 0

Atlético: Oblak, Juanfran, Savić, Godín, Siqueira, Gabi, Saúl, Óliver (Tiago, 64'), Carrasco (Correa, 45'), Griezmann, Torres (Jackson, 56')

Getafe: Guaita, Damián Suárez, Vergini, Alexis, Viagaray, Medrán, Juan Rodríguez (Mensah, 80'), Pedro León (Wanderson, 69'), Víctor Rodríguez, Lafita, Álvaro Vazquez, Scepovic

Goles Goles

1-0 Griezmann (4')
2-0 Griezmann (89')

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Griezmann

Griezmann

Francia Mâcon

21-03-1991

  • Partidos 407
  • Goles 185
  • Asistencias 83
  • Tarjetas Amarillas 50
  • Tarjetas Rojas 2

El Atlético de Madrid sumó tres nuevos puntos en un encuentro bastante soso y aburrido. Las jornadas entre semana suelen ser de este corte: juego trabado, pocos goles y casi nada de espectáculo. El partido contra el Getafe obedeció a estas premisas. Y eso que el comienzo fue prometedor gracias al tempranero gol de Griezmann. Pero después del gol, el Atleti entró en una fase de letargo que duró demasiado tiempo. Sólo Correa añadió un poco de picante en la segunda parte.

Simeone revolucionó la alineación dando entrada a seis jugadores nuevos. A los previsibles Óliver y Torres añadió a Siquiera, Savic, Saúl y Carrasco. Estas novedades comenzaron dando resultado. En sólo cuatro minutos, Griezmann adelantaba a los colchoneros en el marcador, tras recoger un chut de Gabi desde la frontal. El gol le dio tranquilidad al Atleti, que manejó el encuentro sin demasiados sobresaltos. Los únicos que hubo, fueron los que dio Siquiera, bastante despistado y fuera de sitio casi toda la noche.

La tranquilidad dio paso a la pasividad y ésta a la nada. Porque a la nada jugó el Atleti durante buena parte de la primera mitad. Óliver no se pareció al que jugó tan brillantemente en Éibar y, puede que ahí esté la explicación del pobre juego que exhibieron los colchoneros. Sin otro futbolista que actuara de faro, el fútbol que ofrecieron los colchoneros fue más pobre que el entrañable Carpanta.

El Getafe, más preocupado de que no le marcaran el segundo tanto, tampoco exigió nada extraordinario al Atleti. En esta tesitura y con la excusa de la larga retahíla de partidos que les esperan no es de extrañar que, de vez en cuando, los futbolistas se den un respiro.

Quien no se lo da es Simeone. Consciente de que la tensión competitiva es la clave para que el Atlético siga ganando partidos dio paso a Correa al inicio de la segunda mitad. El pequeño argentino tiene esas cualidades que tanto gustan por el Calderón: desparpajo, velocidad, verticalidad, calidad y coraje. Todos los jugadores de este estilo terminan por meterse a la grada en el bolsillo y a buen seguro que Correa lo hará.

Ciertamente, no fue tan determinante como lo fuera la jornada pasada, sin embargo, cada vez que se hacía con el balón los adormilados aficionados despertaban súbitamente esperando alguna genialidad. Tiene todas las dotes para triunfar, la mano maestra de Simeone ira modelando este magnífico proyecto, de momento, de futbolista.

El partido lo abrió y lo cerró Griezmann con un segundo gol tras un pase de Jackson en la mejor maniobra que ha realizado desde que viste de rojiblanco. El instinto goleador del galo no se agota, más bien parece crecer partido a partido. El Atleti se encomienda a Astérix cuando todo lo demás falla y éste, como en los tebeos, nunca defrauda.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

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