Champions League
Fase de grupos J2
Atlético 1
Benfica 2
Atlético: Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Filipe Luis, Gabi, Tiago, Óliver (Saúl, 62'), Correa (Torres, 76'), Griezmann (Vietto, 70'), Jackson
Benfica: Julio César, Nelsinho, Luisão, Jardel, Eliseu, André Almeida, Samaris (Fejsa, 72'), Guedes, Gaitán, Raúl Jiménez (Mitroglou, 71'), Jonas (Pizzi, 79')
Goles
1-0 Correa (24')1-1 Gaitán (38')
1-2 Guedes (51')
Las estadísticas señalan que el Atlético no perdía en el Calderón desde el 14 de febrero de 2013 en competición europea. Fue en un partido contra el Rubin Kazan. Desde entonces, han pasado por nuestro estadio muchos y muy buenos rivales, pero ninguno pudo llevarse la victoria. Hasta que llegó el Benfica, un equipo mediano, con la mayoría de sus jugadores en el ocaso de sus mediocres carreras y venció en el Manzanares.
No necesitó mucho: orden defensivo y dos rápidos contraataques bastaron para desarbolar al Atleti. Esto añade aún más preocupación a la ya de por sí preocupantes síntomas que ha emitido el equipo en los últimos partidos.
Simeone tiene un numeroso grupo de buenos jugadores, pero aún no ha descifrado el jeroglífico que le indique cuál es el estilo de juego más adecuado para esta plantilla. El técnico cambia de sistema en cada partido: el 4-4-2 y el 4-3-3 se van alternando en cada partido sin que ninguno de ellos dé el resultado esperado. Esta indecisión de Simeone se transmite a los futbolistas. Por no hablar de los reiterados cambios de alineación.
El Atleti ya no sonríe. La tristeza, siempre una pérfida consejera en cualquier ámbito de la vida, se ha apoderado de los rostros de todos. Los gestos contrariados de los futbolistas, denotan que son conscientes de que el equipo no funciona. Y lo uno lleva a lo otro.
Después de una primera parte en que pudo terminar con ventaja en el marcador si hubiera materializado las ocasiones que tuvo, el Atlético se descompuso estrepitosamente en la segunda mitad. Cuando el Benfica anotó el segundo tanto, la impotencia y la precipitación se apoderaron de los futbolistas. Durante media hora intentaron lograr el empate, pero sin los recursos futbolísticos que han caracterizado el juego del Atleti en estos últimos cuatro años. Se ha perdido el estilo. El cholismo se guardó en una caja que alguien escondió en algún recóndito rincón de un desván. Era la mayor arma que teníamos para afrontar los partidos. No había ningún equipo que tuviera la fe que tenía el Atleti en lo que hacía y eso era en sí mismo una gran ventaja.
Y es por ahí, por recuperar el estilo, por dónde se debe comenzar la reconstrucción. Me temo que no será fácil. La plantilla, a mi juicio está descompensada, con sobreexceso de jugadores que pueden actuar en la misma posición y con déficit de futbolistas que aporten creación de juego y manejo de balón.
No se ha perdido nada definitivamente, pero urge encontrar soluciones inmediatas porque cabe el riesgo de que la temporada empiece a complicarse seriamente.