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La absurda tormenta

Nadie sabe muy bien cómo se produjo, pero sobre las plácidas aguas del Atlético de Madrid cayó un inesperado chaparrón que ha pillado a equipo, técnico y afición sin paraguas y a la intemperie. Porque de un grano de arena se ha hecho una montaña, de la nada el todo. Distintos medios se recrean ante la posibilidad de que la siempre ejemplar afición rojiblanca clave el puñal en la espalda de su mesías, Diego Pablo Simeone, sin más motivo que una sustitución. El cisma entre el técnico argentino y el público, dicen, está cerca. No consuman.

No fue pitada lo del pasado sábado en el Vicente Calderón, ni siquiera se le acercó. Para recordar una pitada en el templo atlético hay que remontarse varios años atrás, a tiempos donde las Europas League y las Supercopas Europeas no poblaban las vitrinas, casi un lustro atrás. Con Abel en el banquillo, el equipo deambulando en Liga y sufriendo en Champions la hinchada se volvió contra el palco. En aquella ocasión, casualidades de la vida, no se llenaron ni tantos minutos de televisión, ni tantas tertulias radiofónicas, ni tantas páginas en los periódicos.

Sería de tontos pensar que la afición del Atlético de Madrid puede dar la espalda a Simeone a las primeras de cambio. Han sido años, décadas de sinsabores y vergüenza ajena dentro y fuera del campo como para dar la espalda al hombre que lo ha cambiado todo. En primer lugar porque la grada es agradecida y en segundo porque, aunque nadie piense en ese momento de una manera clara, el que más y el que menos tiembla de pensar en un futuro rojiblanco donde el Cholo no sea el comandante de la nave.

Se ha dudado, es posible, pero no hay motivos. Quizá el listón de lo vivido hace apenas unos meses haya multiplicado exponencialmente las expectativas del respetable pero nadie debe olvidar que el equipo está invicto en Liga, con ocho puntos de doce posibles (un promedio que, en los últimos años, garantiza cómodamente la tercera plaza), con las opciones en Champions intactas y con una Supercopa de España en las vitrinas del Vicente Calderón ganada nada menos al eterno rival, un rival que volvió a claudicar hace menos de dos semanas y en su propio estadio ante los pupilos de Simeone. Sigan sin consumir.

Estoy seguro de que el reencuentro del Cholo con la grada el próximo sábado ante el Sevilla tras su sanción se va a saldar con una atronadora ovación de esas que sellan a fuego el sentimiento rojiblanco. Este desliz no ha hecho sino fortalecer el lazo entre afición y equipo y bien es cierto que muchos seguirán sospechando del pasado de Raúl Jiménez, maldiciendo las pérdidas absurdas de Mario Suárez o echándose las manos a la cabeza con las meadas fuera del tiesto de Pepe Pasqués, jefe de prensa de Simeone, pero aquí nadie está libre de pecado y la ayuda del que está al lado se antoja vital para levantarse. Es el espíritu cholista en estado puro; si se trabaja y se cree, se consigue.

Periodista en Eurosport Yahoo! Rojiblanco como bendito castigo y nostálgico del fútbol de antaño. Politeísta creyente en Gárate, Luis, Arteche y Calderón. Fernando Torres, el profeta.

Comentarios (3)

  1. Alejandro Fuentes Rodriguez De Acuña

    Nadie cree que lo del otro día fuera una pitada contra el Cholo solo los que quieren enturbiar la excelente relación entre afición y mister. La envidia es muy mala como mala es esa intención. La afición no quiere, venera al Cholo y nadie ni nada podrá enturbiarla.

  2. Como siempre se saca de contexto y se exagera. Ahora bien, no me parece mal que la gente expresara su disconformidad con el cambio. Es obvio que el Cholo se equivocó. No es perfecto. Errores o simple casualidad, en los próximos cuatro partidos veremos el verdadero potencial de este atleti y los verdaderos objetivos a los que podemos aspirar este año. Cuatro partidos que son una verdadera prueba de fuego.

  3. Totalmente de acuerdo con su análisis, pero matizar que nadie esta por encima del club, ni dirigentes ni entrenador ni jugadores, mal estuvieron los pitos, fueron 4 si pero que están en su derecho de no estar de acuerdo con el cambio, faltaría mas.
    Pero de ahí a liar la que se ha liado por algo anecdótico y casi irreal, es solo un invento de los del » ya caerán» y los del » equipo violento » y fomentado por los propios seguidores atléticos, primero consumiendo y luego echando gasolina al fuego, como el tal Pasque.
    A este señor le aconsejaría que por favor no vuelva amenazar y dar lecciones a una afición como la nuestra.
    Dicho esto creo que seria absurdo dejar de creer en el Cholo.
    IN CHOLO WE TRUST