Liga
Jornada 2
Atlético 2
Eibar 1
Atlético: Moyá, Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira, Gabi, Mario Suárez, Koke, Raúl García, Griezmann (Raúl Jiménez, 60'), Mandžukić (Saúl, 67')
Eibar: Irureta, Bóveda, Albentosa, Navas, Abraham, Errasti, Dani García (Saúl, 82'), Capa (Dani Nieto, 62'), Arruabarrena (Manu del Moral, 73'), Javi Lara, Ángel
Goles
1-0 Miranda (12')2-0 Mandžukić (25')
2-1 Abraham (33')
El Atlético de Madrid empezó la Liga en el Calderón con susto. Lo que comenzó con una celebración por el título conquistado la temporada pasada terminó con el corazón encogido de los aficionados, que vieron como la SD Éibar dominó, el juego de cabo a rabo, durante toda la segunda parte poniendo en jaque los tres puntos que debían subir al casillero de los rojiblancos para que no cundiera el pánico definitivamente. Como ya ocurriera en Vallecas, el Atlético sufrió y puso de manifiesto que aún queda tiempo para volver a ver a un equipo similar al del año pasado.
Y es que el equipo ha cambiado, y bastante. Aunque no puede negarse que se han mantenido un buen número de futbolista, tampoco puede obviarse que los sustitutos de los que han abandonado el territorio del Manzanares son otros jugadores con características diferentes de los que estaban, lo que va a obligar a un cambio de estilo para que todo vuelva a funcionar.
El año pasado también se ganaron varios partidos con mucha dificultad. Es obvio que ningún equipo gana todos los encuentros con sencillez, pero también lo es que las señales que ha emitido el Atleti en estos dos choques de liga son bastante preocupantes. Más, si tenemos en cuenta que los rivales no eran, ni mucho menos, de los más temibles de la competición. No creo que estos partidos puedan justificarse, únicamente, por la ausencia de Arda Turan en el campo y Simeone en el banquillo. El problema es más profundo.
El Atlético conserva algunas características importantes que lo llevaron a la cumbre del fútbol español y europeo: principalmente, la seguridad en la zaga y las jugadas de laboratorio. De lo demás: intensidad, presión, contraataque y juego por las bandas no hay noticias.
Si bien la primera parte fue más o menos llevadera, sobre todo, por los dos goles conseguidos por Miranda y Mandzukic, la segunda fue un cúmulo de despropósitos. El Éibar se adueño del balón desde el primer minuto de la reanudación y no lo soltó hasta el pitido final. No hay mejor aliada que la pelota para jugar al fútbol. Eso lo entendieron, perfectamente, los jugadores eibarreses comandados por Javi Lara, un estilo de jugador que por misteriosas razones nunca tenemos en el Atlético.
Lara puso los cambios de juego, la pausa cuando correspondía, la velocidad cuando se necesitaba. El centrocampista del Éibar desnudó por completo al centro del campo colchonero. Ni Gabi ni Mario, muy contestado por la grada, encontraron el antídoto necesario para anular su buen juego. El naufragio en la medular contagió a todo el equipo, incluida la defensa, en la cual se produjeron errores nunca vistos en tiempos recientes. De hecho, un desacierto de Godín en la frontal del área propició una oportunidad clarísima para que Ángel hubiera empatado el partido en el último suspiro. Sólo Raúl García, en un par de arranques, puso en algunos aprietos la portería de Irureta.
Sin ningún género de dudas, la esperanza en la mejoría del juego y la confianza en este grupo de jugadores y en Simeone, cuya capacidad de sacrificio y de conocimiento futbolístico ya fue demostrada con creces en los cursos anteriores, está intacta. Ahora bien, al técnico argentino, le queda mucho trabajo por delante. Tiene, desde hoy y hasta el reinicio de la competición, diez días en los que deberá reflexionar para encontrar soluciones a los problemas que han emergido en este inicio liguero.
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Capítulo aparte merece la penosa y lamentable organización del club de la vuelta de honor de los campeones de la Liga y de la Supercopa. No se avisó a tiempo por megafonía de que los jugadores volverían a salir tras la finalización del partido con las copas y el público se marchó. Para cuando los futbolistas salieron sólo quedábamos unos 5.000 espectadores. Lo que debería haber sido un nuevo homenaje a los jugadores y al cuerpo técnico por la histórica campaña anterior se quedó en una vuelta de honor muy deslucida.
Foto: Club Atlético de Madrid.
Vídeo resumen del Atlético – Éibar: Canal +.
Equipo pegajoso el Eibar y si además le dejas jugar. Podíamos haber tenido un disgusto.
Confio en el crecimiento de este equipo, poco a poco tenemos que ser una equipo con alternativas en ataque. En defensa es evidente que somos una roca.
En relación a la vuelta de honor, en primera instancia iba a realizar una dura critica. Pero estudiando el tema es posible que la causa fuera evitar posibles invasiones de campo si se avisa con mucha antelación del hecho o posible tensión en los jugadores por la anticipación de una celebración.
Un abrazo.