El Atlético de Madrid dejó en nula la batalla que podía decidir la guerra porque un ejército como el del Cholo Simeone no es feliz si no son sus soldados quienes matan al enemigo o mueren sobre el campo de batalla. El caprichoso destino ha querido deparar un Barcelona-Atlético en el que se decidirá el campeón y a orillas del Manzanares ya suenan tambores de guerra. Cinco veces, cinco, se han enfrentado los dos equipos durante el presente curso y con repetir cualquiera de esos episodios bastaría para conquistar una Liga que por ilusión, esfuerzo y justicia merece ser para el dios Neptuno. Desde aquí os invito a coger una pala para enterrar el maldito Pupismo y disfrutar de estas dos benditas semanas que el equipo se ha merecido.
Jorge Ordás
Cuando el Atleti perdió con el Bayern Munich en aquella final del 74 casi nadie recuerda que en el primer partido los colchoneros no fuimos doblegados por los bávaros en ciento veinte heroicos minutos. Sin embargo, aquel empate supo a derrota y se transformó en derrota. Algunos saben que el único (o de los únicos) que llegó al hotel encabronado y enardecido fue el de Hortaleza, dicen que les gritaba como un poseso y les hacía entender a todos que no había pasado nada, que debían confiar y crecerse para el segundo partido. Rojiblancos, yo os digo, Luis lo dice: «No ha pasado nada, todo está por jugar«. Hay que reponerse y recoger el testigo, ahora es el momento de hacer historia y de ser más grandes que aquellos que nos precedieron. ¡Aúpa Atleti!
Billie
Aunque pueda parecer que se ha perdido una oportunidad de ser campeones antes de visitar el Camp Nou y jugárnoslo todo a una carta en Barcelona, creo que ese partido es el desenlace perfecto a 38 jornadas de lucha sin cuartel. Desde que se supo el calendario, todos los aficionados temíamos tener que jugarnos el título frente al Barcelona en la última jornada, pero creo que precisamente, este equipo nos ha ido mostrando todaq la temporada que se crece en los grandes eventos y ganar así la Liga es el broche perfecto a meses durmiendo con el desfibrilador a mano. Cuando en el futuro nos hagan un chequeo médico y nos pregunten por nuestro estado cardiaco, podremos decir, sin mover una ceja: «tranquilo, soy del Atleti«.
Ozelin
Los que crecimos con el estigma del “pupas”, a raíz de aquella final de la Copa de Europa que estos días cobra vigencia, sabemos que nunca lo tuvimos fácil, hemos sufrido desprecios y sin sabores, nadie nos regaló nada, pero tampoco queremos que lo hagan.
Ayer un amigo me recordaba el último partido de la temporada 50-51 donde el Atleti se jugaba la liga en Sevilla, en el viejo Nervión. Esa jornada se necesitaba un punto para ganar el Campeonato de Liga. Al final del encuentro, el marcador registró un empate a uno, gracias al gol de Ben Barek. Así fue como el primer entrenador argentino del Atleti, Helenio Herrera, salió a hombros de los Escudero, Silva, Carlsson o Marcel Domingo.
Dicen que la historia siempre se repite, pero aunque no sean los mismos actores, lo que está claro que a hombros saldrá otro entrenador argentino, y nadie nos habrá regalado nada.
Palindron
Ha llegado el momento. Nos encontramos frente al Abismo que sólo los que han alcanzado la cima tienen derecho a contemplar. El Abismo que media entre lo eterno y el olvido. Y no hemos llegado hasta aquí para titubear una vez tengamos que cruzar el último puente. Por eso, si dudas, aparta y deja pasar a los que creen sin fisuras. Ahora necesitamos compañeros, no muertos y cadáveres que tengamos que llevar a cuestas hasta el otro extremo. No nos conviene el paso titubeante que haga balancearnos hasta la victoria. Tampoco es el momento para agachar la cabeza y regodearse en las alturas. La gloria no admite a los mediocres. Alza la cabeza tras lo de ayer, porque no hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba. Cree en ellos. Se lo debes.
Jesús Salido
¿Saben lo que ha dicho Andrés Iniesta? ¿Lo saben? Se lo voy a decir: que ganar al Atlético la Liga en el Camp Nou sería brutal. Sí, para ellos sería brutal. Sería, pero para nosotros será. Será seguro porque tengo plena confianza en que vencerán.
Ustedes fueron los primeros que creyeron. Y serán los últimos en dejar de creer. El pasado no existe. Ha servido para llegar hasta aquí, para encontrarnos en un momento único. Pero ya no es. No ha podido ocurrir ada mejor que esta situación en la que nos encontramos y ese es el pensamiento que vamos a tener
Ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Eso es lo que les pido que hagan el sábado a las 6 de la tarde. Salgan al campo y ganen. Ustedes puede ganar y van a ganar porque se lo digo yo y tal.
Y, una vez dicho esto, el señor de pelo blanco enmarañado y patillas largas que había estado mirando a los jugadores por encima de las gafas apoyadas sobre la punta de la nariz, tal como vino, desapareció.
Julio
Partido a partido y final a final, esto es lo que nos ha repetido el Cholo toda la temporada. Ahora esas palabras cobran su sentido más absoluto. Estamos a dos finales de culminar la gesta más gloriosa de la historia de este club. No es momento de dudar, es momento de creer. No es momento de rendirse, es momento de luchar. Ad augusta per angusta, ¿recuerdas? Pues repítelo una y otra vez, métetelo en la cabeza, sueña con ello, grítalo hasta que te quedes sin voz.
Somos de este equipo por momentos como este. Nos pone la épica, no nos engañemos. Queríamos estar aquí. Y ahora, por fin, ha llegado el momento. Tu momento. Nuestro momento.
Yo creo en ti, Atleti. Siempre lo he hecho. Siempre lo haré.
Damián Carbajo
Una de las cosas que más me ha impresionado este año fue la mirada que tenían nuestros jugadores en el túnel de vestuario antes de salir a Stamford Bridge. Tenían la mirada del tigre. Esa mirada que solo se forja desde la humillación de los poderosos. Desde la humildad. Con los dientes apretados y tragando rabia contenida.
Te concedo la duda, pero solo de ti mismo. Este equipo se ha ganado el derecho a creer. Y si tiene que ser nuestro final hagamos que sea un final memorable.
Aprieta los dientes. Traga amargura. Recuerda las portadas y desprecios. El “ya caerán”. Las risas de la soberbia. Esto no es justicia, esto es venganza. Somos lo que somos. Estás o no estás. Te toca. Alimenta tu fe. Tienes que creer. Te lo debes. Se lo debemos. Ha llegado la hora de los valientes. Te espero el sábado. Con la mirada del tigre.
José Valera
Después de tanto remar, ¿Nos vamos a rendir ahora, que ya vemos tierra a la vista?
Después de tanto luchar, ¿Vamos a enfundar nuestras espadas rojiblancas ahora, que tenemos a nuestro rivales cara a cara?
Después de tanto animar, ¿Vamos a desfallecer ahora, que nuestros cánticos atronan a toda Europa con admiración y envidia?
Después de tanto sufrimiento, ¿Queremos la extremaunción ahora, que tenemos las puertas del cielo abiertas de par en par?
Después de tanta pasión, ¿Nos vamos a deprimir ahora, cuando la fiestuki no ha hecho más que empezar?
Después de tantos menosprecios gratuitos, ¿Nos vamos a rendir ahora, que somos los que podemos descojonarnos en su puta cara de la panda del lema «ya caerán»?
Después de haber aguantado a Gil&Cerezo, sus humillaciones, ese descenso patético, ¿No vamos a disfrutar ahora, que tanto nos lo merecemos?
Después de todo el orgullo recuperado gracias al Cholo, ¿Le vamos a defraudar ahora, con todo lo que ha dado la cara por nosotros?
Después de haber soportado tanto mercernario sin fronteras, ¿Vamos a fallar ahora a esa muchachada, que tanto y tan bien nos están representando?
Atléticos, desayunad bien, porque estos días cenaremos en el infierno. Cuando más sudemos ahora, menos sangraremos en el campo de batalla. Volved con nuestro escudo, o sobre él. Por un Amanecer Rojiblanco … ¡VENCEREMOS!
Bravo tomi. Sigamos levantando a la tropa.
La vida pasa tan rápido que a veces nos olvidamos de lo que se nos queda por el camino. Nos olvidamos rápidamente de aquella nefasta noche en la que un equipo de segunda B nos eliminaba de la copa del rey y nos olvidamos con la misma velocidad de que esos mismos jugadores nos hicieron ganar en Europa meses después. Olvidamos incluso que esos mismos jugadores nos hicieron ganar la misma Copa del Rey, en el Bernabéu, frente al máximo rival en una noche prodigiosa que jamás se borrará de nuestras retinas, a pesar de tanto aguafiestas que vive de chapotear en la amargura. 24 horas después de aquel día, el principal culpable de todo ello, se dirigía con acento porteño a los miles y miles de colchoneros que nos apretábamos en derredor de Neptuno para, otra vez, hacernos recordar lo que somos: “lo mejor que tenemos los atléticos es que no dejamos nunca de creer“, dijo. Y es verdad. No creo que sea necesario tener que volver a decirlo. Los mismos jugadores de los que estoy hablando nos han traído hasta aquí, a la élite del mundo del fútbol, así que el que ahora deje de creer, el que prefiera agarrarse a su disfraz de cenizo como medicina preventiva o el que simplemente no sea capaz de disfrutar este maravilloso momento se puede marchar con viento fresco por donde ha venido. Eso sí, que no moleste.
Sr. Julio: ¡Vaya par de comentarios! Son dignos de ser incorporados al cuerpo del post.
Ahora es fácil decirlo, pero yo lo tengo escrito. Lo aprendí de los romanos, que eran más listos que todas las cosas. «Verba volant, scripta manent». Hasta Pilatos, Poncio, el que se lavaba las manos como avisando de la gripe aviar que se nos venía encima, lo repetía cada vez que tenía ocasión: «Lo escrito, escrito está». Y lo puse negro sobre blanco a principio de temporada en una servilleta de bar: «Este año ganamos la Champions». Y cuando llegaron las Navidades, en un súbito arranque de desobediencia ante las consignas del CholoPower, abrí una nota en mi «esmarfón» y ajustándome los lentes de la presbicia, tecleé con mis dedazos en la pantalla: «Este año ganamos la Liga».
Fueron pasando las eliminatorias de la UEFA de Platini: Zenit, Oporto, Wien, Milán, Barcelona y Chelsea. Sólo nos quedan los de la final. Aunque no sea el Bayern deseado.
Fueron pasando los partidos de Liga sin abrir telediarios, sin ser portada en los diarios. Diez jornadas de líderes en solitario, otras 17 compartiendo liderato. Los dos últimos partidos sufriendo derrota y empate en una suerte de macabro guión pensado por un demente rojiblanco. Nadie dijo que fuera a ser fácil. Nadie dijo que sin esfuerzo supiera igual. Lo sabemos. Somos expertos. Es por eso que este sábado, en el Campo Nuevo de Barcelona, los nuestros se juegan en la jornada 38, la última del campeonato, una liga frente al directo rival. En su casa. Y aunque el fútbol no entiende de justicias. Será, como la Copa del curso pasado, nuestra décima. Porque vamos a ganar. Aúpa Atleti. Siempre.
En nuestro momento, apretar los dientes, luchar y luchar mucho, correr y correr mucho.
Es el año de nuestras vidas, el 2014, de desquitarnos de tantos años y tantas afrentas por parte de nuestros dos proximos rivales y toda su trupe de pesebristas.
YO CREO.
Den por seguro queridos amigos que ganaremos. Ganaremos porque creemos en la victoria, porque los nuestros creen en su equipo, en su afición, que nunca dejara de apoyarles. Y porque deseamos más la victoria que cualquier otro.
Querer es poder y Creer es consenguirlo.
Y por favor, que no nos quiten nuestra ilusión. Muchos lo están intentando. Pero los Atleticos, y cada vez más, sabemos de lo que trata esto y no nos rendiremos. NUNCA.
CREEMOS, Y POR ESO LO CONSEGUIREMOS.
Muchas gracias a todos los que habéis participado tanto en el texto del artículo como en los comentarios. Espero que haya servido para levantar el ánimo de los que hayan leído el artículo.
Un abrazo.
Ardo por dentro
con la fuerza de las llamas del infierno.
Aún tengo tanto que decir.
Sigo rugiendo
contra un mundo que me ignora
contra el tiempo
que me condena a morir.
Aún puedo continuar
aunque solo sea un paso más.
«Ardo por dentro», Warcry.