Liga
Jornada 33
Getafe 0
Atlético 2
Getafe: Codina, Álvaro Arroyo, Rafa López, Alexis, Roberto Lago (Sammir, 80'), Juan Rodríguez, Mosquera (Lacen, 68'), Pedro León, Lafita, Diego Castro (Colunga, 58'), Ciprian
Atlético: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Gabi, Mario Suárez, Koke, Raúl García (Diego, 72'), Villa (Adrián, 62'), Diego Costa (Rodríguez, 85')
Goles
0-1 Godín (40')0-2 Diego Costa (84')
La jugada que define el cholismo se escenificó hacia el final del partido. Adrián corrió por la banda derecha y centró el balón al segundo poste de la portería de Codina. Por el lado contrario se incorporaba Diego Costa, enfurecido por el fallo del penalti. El pase se le quedó un poco largo, pero nada se iba a interponer entre él y el gol. Otra vez no. Se lanzó a muerte a rematar. Su pie encontró el balón; el balón, las redes y su pierna, el poste. El golpetazo fue tremendo. Se le abrió una brecha considerable en la tibia. Ver retorcerse a Diego Costa con evidentes gestos de dolor hacía temer una lesión grave. Nadie celebró el gol.
Diego Costa no valoró las consecuencias que podría tener esa jugada. Vivir el momento presente, que es lo que significa el partido a partido, concentrado en una décima de segundo. Así de interiorizado tienen los futbolistas el mensaje de su entrenador. Un mensaje que, moleste a quien moleste o quizá por eso, está acercando al Atleti al título de Liga.
El Atlético de Madrid tenía que jugar el partido después del supremo esfuerzo realizado el miércoles contra el Barcelona. No debe de ser nada fácil cambiar de mentalidad en tan solo cuatro días. Un partido con menos focos, pero tan importante como el de la Copa de Europa. El camaleónico Atleti está preparado para cualquier situación: se viste de frac para salir elegante en las portadas de los periódicos de medio mundo o se remanga para atravesar un campo anegado de barro.
Enfrente el Getafe, un equipo que se jugaba tanto como los rojiblancos, aunque en sentido opuesto. No era un partido para bromas. Así lo interpretaron los jugadores desde el principio. El encuentro se desarrolló muy trabado. No había jugadas claras, el balón siempre tropezaba en las piernas de un futbolista o terminaban con alguna falta que cortaba el ritmo del partido. Aún así, el Atleti encontró el camino para crear algunas situaciones de gol. Primero fue Villa que intentó conectar con Diego Costa, aunque éste no interpretó correctamente la jugada. Posteriormente fue Godín el que remató de cabeza provocando la intervención de Codina.
El gol tuvo a los mismos dos protagonistas, aunque esta vez, el defensa atlético salió vencedor. Juanfran centró desde la izquierda un balón alto. Codina, dudó entre salir o quedarse, o sea ni lo uno ni lo otro, y dejó en situación ventajosa a Godín para que rematara el primer gol de los rojiblancos.
La segunda parte fue futbolísticamente peor que la primera. El Atleti no necesitaba jugar de otra forma. Le bastaba con controlar al Getafe y esperar su oportunidad. Le llegó en el lanzamiento de un córner. Miranda se disponía a rematar a portería cuando Lafita lo sujetó por los hombros y lo derribó. El árbitro marcó la pena máxima. Diego Costa pudo remachar el partido, pero su disparo, flojo y centrado, fue rechazado por Codina.
Después, llegaría la consabida jugada del gol de Diego Costa y de su topetazo con el poste.
Aún queda trecho, pero es una evidencia que el Atleti está mejor situado que ningún otro equipo para ganar esta Liga, tiene la inercia de un equipo ganador y clavado entre ceja y ceja se puede leer: «esta oportunidad no se nos puede escapar».
Foto: Club Atlético de Madrid.
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