Liga
Jornada 25
Osasuna 3
Atlético 0
Osasuna: Andrés, M. Bertrán (Oier, 45'), Loties (Miguel Flaño, 79'), Arribas, Damiá, Lolo, Francisco Silva, Cejudo, Raoul Loe, Roberto Torres, Armenteros, Oriol Riera
Atlético: Courtois, Juanfran, Alderweireld, Godín, Filipe Luis, Gabi, Mario Suárez (Koke, 45'), Diego (Arda Turan, 58'), Adrián, Diego Costa, Villa (Raúl García, 60')
Goles
1-0 Cejudo (6')2-0 Armenteros (21')
3-0 Roberto Torres (41')
El Atleti adelantó una semana el domingo de carnaval. Se disfrazó siete días antes de lo que corresponde de un equipo despistado, indolente y pasota, como si los tres puntos que se jugaban en El Sadar no fueran tan importantes como cada uno de los que se disputaron en las jornadas anteriores.
Tiempo de carnaval, tiempo para inhibirse, olvidar responsabilidades y disfrutar de los placeres mundanos de la vida. Eso está muy bien para pasar unos días estupendos y saciar la sed de la carne, pero no para jugarse la posibilidad de seguir peleando por la liga. Mal día eligió el Atleti para jugar a los disfraces.
Para ganar en Pamplona, es necesario disfrazarse, sí, pero de currela, con el mono bien ajustado en la entrepierna y las perneras estilo pesquero, como en los 80. Eso es lo primero, lo segundo es salir absolutamente concentrado y metalizado para la batalla. Luego, se podrá intentar ganar el partido.
Ninguna de estas premisas cumplió el Atlético de Madrid en Pamplona y así le fue. Cuando quiso aterrizar en el partido llevaba dos goles en contra en solo 20 minutos. Una diferencia grande en el marcador y enorme en el césped. Los jugadores osasunistas se anticipaban siempre a los atléticos, ganaban todas las disputas del balón y, encima, estaban acertadísimos en los remates a portería.
Lo intentó el Atleti en el último cuarto de hora del primer acto, quizás los mejores minutos de todo el encuentro, cuando aún el milagro era factible. Diego Ribas, tan activo en esta fase como desacertado en todo el partido, lo intentaba a través de disparos lejanos, o con pases en profundidad para Diego Costa o Villa.
Sin embargo, el Atleti perdió enseguida la fe y antes de terminar la primera parte, Torres puso fin a cualquier esperanza atlética con un gol increíble porque remató plácidamente escoltado por los cuatro defensas atléticos.
En la segunda parte, Simeone fue introduciendo cambios para ir conformando el equipo que mejor resultados está dando, para al menos maquillar un poco la imagen.
Las cualidades que han distinguido al Atleti esta temporada ha sido: la regularidad, la fe y el compromiso. Ninguna de ellas se ha podido apreciar en algunos de los últimos partidos. Ha entrado en una situación complicada, más que por las dos derrotas fuera de casa, porque da la sensación de que se ha subido en una montaña rusa, alternando buenos partidos con otros desastrosos.
El domingo que viene sí es el de carnaval de verdad. ¡Ojalá ese día el Atleti salga disfrazado de Atleti!
Foto: Club Atlético de Madrid.