Liga
Jornada 18
Málaga 0
Atlético 1
Málaga: Willy Caballero, Jesús Gámez, Sergio Sánchez, Angeleri (Morales, 76'), Welligton, Antunes, Eliseu (Santa Cruz, 65'), Camacho, Darder, Samuel, Juanmi (Duda, 65')
Atlético: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Tiago, Koke, Óliver (Adrián, 45'), Arda Turan (Rodríguez, 61'), Diego Costa, Villa (Alderweireld, 84')
Goles
0-1 Koke (70')El Atleti es un equipo temido en la Liga española y los entrenadores rivales buscan alternativas, incluso modificando su disposición táctica habitual para tratar de frenar la imparable racha de victorias de los colchoneros. Bernd Schuster lo intentó con una línea defensiva de cinco zagueros, como ya hiciera Caparrós en el último partido del año pasado en el Manzanares. Aunque es una forma legítima de jugar al fútbol, a mí no me parece la más efectiva ni la más atrayente ni la que me motiva para sentarme a ver un partido de fútbol.
El objetivo de Schuster con este cambio de esquema era impedir la victoria del Atlético de Madrid. No lo consiguió ni aún traicionando sus convicciones. Si al menos hubiese sido fiel a sí mismo ahora estaría orgulloso de no haber cedido a la tentación de la autofelonía.
El inicio del choque fue como se había previsto desde el vestuario malaguista. El Atleti volcado en el ataque y el Málaga defendiendo con solidez. Es bastante evidente que el Atlético se encuentra incómodo en este tipo de planteamientos. Al equipo le sobran agallas y ambición, pero le falta creatividad.
Simeone se la trató de aportar alineando tres centrocampistas de estilo ofensivo. No consiguió su propósito por varias razones: Koke se encontró desubicado, Arda Turan no está en su mejor momento futbolístico y nuestro querido Óliver Torres está muy tierno. Se vio clarísimamente que el joven Torres tiene que recorrer aún muchos kilómetros para llegar al futbolista que todos hemos pronosticado. Quizás sea el momento para que el cuerpo técnico se plantee una cesión a un equipo de la capital para que se fortalezca físicamente y se libere de la presión que parece atenazarlo.
Estaba claro que Óliver no seguiría en el campo en la segunda parte. Simeone eligió a Adrián para acompañar a Juanfran por la banda derecha. Ésta fue la zona del campo por la que el Atleti se mostró más incisivo. Principalmente por culpa del lateral, ya que Adrián sigue en busca del Adrián perdido. Juanfran, un tipo admirable por su espíritu de superación inacabable, está rindiendo notablemente. La cabeza le funciona y las piernas le responden y por ello protagonizó la jugada más brillante y peligrosa de la primera parte.
En los partidos del estilo del que planteó el entrenador del Málaga no es suficiente con estar, no sirve simplemente estar si lo que se quiere conseguir es la victoria. Cuando el equipo contrario roza la perfección defensiva y las ideas no llegan solo quedan dos soluciones: apelar a las individualidades o que se produzcan apariciones. Escasearon aquéllas, así que tuvieron que llegar las segundas para ganar el partido.
Me alegro mucho de escribir que Cristian Rodríguez fue el jugador que agitó el partido. Dos incursiones veloces, recién incorporado al terreno de juego, sirvieron para sacar al Atleti del estado de duermevela en el que se encontraba. Seguro que, como a mí, a muchos les recordó al Cebolla del curso pasado, ése que hasta hoy, no habíamos visto.
El encuentro se revolucionó un poco, lo suficiente para que el Málaga abandonara sus consolidadas posiciones defensivas y para que el Atleti encontrara los ansiados espacios.
Ahí es donde se ve a un equipo letal. Villa agarró un balón en el círculo central con mucho terreno por delante. Conectó con Diego Costa que avanzó hasta entrar en el área. Éste aguantó la pelota y concentró la atención de todos los defensas malaguistas que no contaron con la llegada de Adrián libre de marca. Su disparo a puerta se encontró con el pie de Caballero, cuyo rechace llegó a las botas de Koke que apareció en el área para remachar el balón a las redes.
Reconforta ver cómo el Atlético de Madrid va resolviendo cuantos problemas le plantean sus rivales. La seguridad en lo que hace se acrecienta con las victorias. Unas son más brillantes, otras se consiguen con oficio y otras, como la de hoy, con las apariciones de algunos de sus grandes futbolistas.