Liga
Jornada 13
Villarreal 1
Atlético 1
Villarreal: Asenjo, Mario, Musacchio, Gabriel, Jaume Costa, Tomás Pina (Trigueros, 60'), Bruno Soriano, Hernán Pérez (Javier Aquino, 61'), Cani, Uche, J. Pereira (Perbet, 74')
Atlético: Courtois, Juanfran, Miranda, Alderweireld, Insua, Tiago, Gabi, Koke, Raúl García (Arda Turan, 62'), Diego Costa (Adrián, 83'), Villa
Goles
0-1 Mario (p.p., 2')1-1 Juanfran (p.p., 79')
Fue un mal partido. No pasa nada por decirlo, no hay que autoengañarse. El Atlético de Madrid no estuvo al nivel acostumbrado y el Villarreal es un gran equipo, ayer lo volvió a demostrar siendo superior a los colchoneros. Los amarillos empataron el partido por insistencia y buen juego, principalmente en el centro del campo. Bruno y Cani anularon la presión rojiblanca, obligando al Atleti a parapetarse muy atrás y no permitiendo en ningún momento los temidos contraataques de Villa y Costa.
Varias fueron las circunstancias negativas para el Atleti: la ausencia de Godín y Filipe Luis, el desgaste excesivo del partido de la Liga de Campeones. Ahora bien, esto no es una excusa. El Villarreal se ha sobrepuesto rápida y admirablemente de un descenso a Segunda División acomodándose en la cuarta plaza de la clasificación. Lo ha hecho sin deudas, lo que constituye una desventaja consentida por los organizadores del campeonato, esto es, la Liga de Fútbol Prostituida. ¿Por qué el Villarreal no tiene deudas y los demás clubes pueden deber lo que les venga en gana? Tebas debería responder, pero no lo hará porque esta discriminación constituye parte del plan.
No fue suficiente que el Atleti se adelantara en el marcador en el minuto uno. Ya lo había hecho en 17 ocasiones a lo largo de la temporada, y excepto el Barcelona en la ida de la Supercopa de España, ningún otro equipo había podido remontar una ventaja de los atléticos. Juanfran, que está volviendo a ser el que de hace dos temporadas, propició el gol con un centro al corazón del área pequeña para que Mario rematara a las mallas de Asenjo.
El Atlético de Madrid tenía el partido donde acostumbra. Sin embargo, el Villarreal comenzó a hacer lo que sabe: jugar muy bien al fútbol. Tiago y Gabi bastante hacían con mantener el tipo. Mucho más ocupados en destruir el juego rival que en construir el propio. En ningún momento pudieron conectar con Villa y con Diego Costa.
Se mantuvo en pie firme la defensa. Alderweireld e Insúa no son Godín ni Filipe Luis. Tampoco desentonaron y estuvieron correctos en la mayoría de las ocasiones. No quiere decir esto que el Atleti no notara sus ausencias. Sobre todo echó de menos al brasileño. Filipe Luis está firmando una temporada espectacular. No sólo es lo que hace en la zaga, es lo que ayuda a oxigenar el juego del Atleti por la banda izquierda con sus constantes subidas. Ahí sí que Insúa no puede sustituir a Filipe.
No decayó el juego del Villarreal con el paso de los minutos. Mantuvo la fe en lo que estaba haciendo. En la segunda parte se acrecentó la diferencia de juego. El Atleti apenas pudo pasar del centro del campo. Las pocas ocasiones que tuvo fueron por jugadas a balón parado, bien a través de saques de esquina, bien a través de faltas cercanas al área de castigo. En una de ellas, Alderweireld pudo poner el segundo gol en el casillero atlético, pero no llegó a conectar su cabeza con el balón.
Siemone dio entrada a Arda Turan y a Adrián, porque estaba claro que lo que el equipo necesitaba era más control del juego. El turco porque llevaba 20 días en el dique seco y el asturiano porque no termina de encontrar el punto de juego no estuvieron en condiciones de cambiar la dinámica del partido. Quizás, y ya que el Atleti estaba defendiendo a ultranza, el choque se encontraba más para Guilavogui, pero la ambición tiró más de Simeone que la prudencia.
El Atlético de Madrid concluye el primer tercio del campeonato de Liga en segunda posición, con treinta y cuatro puntos. Este empate no debe hacernos olvidar este extraordinario balance.
Foto: Club Atlético de Madrid.