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Villa pone los goles y Óliver coge la batuta

David Villa gol al Betis

Liga
Jornada 10

Atlético Atlético 5

Betis Betis 0

Atlético: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Tiago, Gabi, Koke (Rodríguez, 69'), Óliver (Adrián, 61'), Diego Costa (Raúl García, 78'), Villa

Betis: Sara (Andersen, 45'), Juanfran, Perquis, Jordi, Dídac, Lolo Reyes (Jorge Molina, 45'), Nosa, Cedric, Vadillo (Nono, 64'), Matilla, Chuli

Goles Goles

1-0 Óliver (1')
2-0 Villa (52')
3-0 Villa (56')
4-0 Diego Costa (64')
5-0 Gabi (91')

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El mejor del partido El mejor del partido

Villa

Villa

España Tuilla (Asturias)

03-12-1981

  • Partidos 47
  • Goles 15
  • Asistencias 3
  • Tarjetas Amarillas 4
  • Tarjetas Rojas 0
Óliver

Óliver

España Navalmoral de la Mata (Cáceres)

10-11-1994

  • Partidos 57
  • Goles 2
  • Asistencias 4
  • Tarjetas Amarillas 5
  • Tarjetas Rojas 0

Necesitaba el Atlético de Madrid nuevos protagonistas. Diego “pichichi» Costa era prácticamente, a excepción de Raúl García, el único goleador en los últimos partidos. Las defensas empezaban a centrar su atención sobre él porque no había otro jugador que asumiera la responsabilidad de marcar goles y eso mermaba las posibilidades de victoria. El equipo necesitaba, por tanto, jugadores diferentes que atrajeran la atención de los contrarios. Óliver Torres apareció por primera vez como titular por la baja de Arda. Villa se puso las pilas y acabó con una preocupante sequía goleadora que se prolongaba desde el cuarto partido de liga. Ambos fueron los protagonistas de la noche.

La primera jugada del partido fue una premonición de lo que sería el resto del encuentro. Uno de tantos pelotazos que se dan después del saque inicial, las más de las veces intrascendentes, se convertiría en gol por la blandura de la defensa bética. Y no un gol cualquiera porque es el primero de los que va a conseguir Óliver con la casaca rojiblanca. Hasta en tres ocasiones intentaron despejar el esférico y en ninguna de ellas lo consiguieron. Peor que eso, en la última de ellas, Jordi Figueras le hizo una magnífica pared a Koke posibilitando así el pase a Torres. Imposible empezar mejor un partido.

El Atleti tenía el choque donde se siente más cómodo. Sin embargo, el Betis manejó bien la pelota durante los siguientes minutos. Lo necesario como para que los colchoneros no pudieran lanzar sus ya famosos y temibles contraataques. El Betis no remataba a portería, pese al dominio. El partido se tornó soso. Óliver le quiso poner algo de picante con algunas jugadas habilidosas, como aquel centro desde la izquierda que remató Godín fuera cuando se encontraba solo en el área. Pudo ser el segundo, como también lo pudo ser un contraataque de Diego Costa que remató mal por culpa de un penalti que le hicieron y que el trencilla le escamoteó.

Torres fue el más acertado de todos los rojiblancos en la primera mitad. Fue el que más lo intentó, el que más aportó. Lo que aún no veo claro es la adaptación de un jugador con su clase al estilo de juego de este Atleti. Para poder jugar más asiduamente debe dejar de ser, en parte, él mismo, apartar la creatividad que le desborda y trabajar en la presión desde el sacrificio. De cómo Simeone y él combinen sus condiciones con la exigencia física que requiere el estilo de juego del Atlético, Óliver alcanzará o no el éxito esperado.

En la reanudación no salió un equipo de fútbol, salió un ciclón. Con tres jugadas magníficas que demuestran la calidad de algunos de sus jugadores, el Atlético finiquitó el partido en diez minutos. El esperado Villa apareció por fin y firmó dos goles, el mismo número que había conseguido en los nueve partidos anteriores. Ambos de diferente factura, ambos bellísimos. El primero por la extraordinaria combinación entre Filipe y Koke y su cabezazo desde el primer al segundo poste. El segundo por el trallazo a la escuadra con la izquierda pleno de fuerza y confianza.

Villa apareció y no por casualidad. Él mismo reconoció, en declaraciones a Canal +, que no había estado bien físicamente en los últimos partidos y que el descanso con la selección le había servido para recuperar la forma. Y con el buen estado físico llegan los goles y con ellos la confianza. David Villa lo celebró con alegría y rabia. La paciencia y el trabajo tienen su recompensa y el guaje no va a parar hasta conseguir ponerse al ritmo que le exige el entrenador, el equipo y él mismo. Otra cosa será si lo logra o no. Eso habrá que verlo y sólo el tiempo nos lo dirá. Pero hoy Villa ha cruzado el Rubicón, esa es la sensación que me ha dado.

Se equivocan o, mejor dicho, no conseguirán su objetivo quienes intenten hurgar en una posible mala sintonía entre el delantero y Simeone. Sólo hay que ver la sonrisa cómplice del técnico después del segundo gol de Villa para darse cuenta de que su malsano esfuerzo no se verá recompensado. Cholo se podrá equivocar como humano que es, pero la sinceridad y honradez con la que gestiona la relación con sus jugadores no da lugar a luchas intestinas que algunos quisieron ver e intentaron propiciar a raíz de la suplencia de Villa en Viena. Tendrán que dedicarse a otra cosa o desesperarse en el intento.

El delantero de moda del fútbol mundial quiso participar también en la fiesta. Elícegui, Campos, Pruden, Escudero y … Diego Costa. El hispano-brasileño ha colocado su nombre junto a los delanteros más míticos de la historia colchonera. Sólo ellos cinco, y estamos hablando de un fútbol de otra época, han conseguido marcar 11 goles en 10 partidos. No fue el mejor partido de Costa, no hizo falta para ganar cinco a cero. Otra gran noticia.

El Atleti no se baja del burro. Los mensajeros de los malos augurios pronostican una semana sí y otra también que algún día caerá. Ya cayó, pero se ha vuelto a levantar ¡y de qué manera! El próximo domingo habrá transcurrido un tercio del campeonato. Si el Atlético de Madrid sigue donde está, empecemos a soñar con todas las de la ley.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (1)

  1. Nada, si sólo fue un golpe de suerte.