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Entre la confirmación del descomunal estado de forma de Diego Costa y el agradable gol de Baptistao en su debut, el primer amistoso de pretemporada nos dejó un nombre propio: Dani Aquino. Su magistral lanzamiento de falta y la asistencia en el tanto del ex delantero del Rayo Vallecano dejó un regusto más que positivo para aquellos que no conocían a este joven jugador que, sin embargo, arrastra una dilatada trayectoria tras de sí.

No era la primera vez que vestía el escudo atlético con el primer equipo ya que en la última jornada de la temporada pasada, en La Romareda, aprovechó los pocos minutos de que dispuso para poner otro servicio medido para que Diego Costa anotara. En aquella ocasión, entre lo intrascendente del partido–para el Atleti- y la generalizada preocupación por la inminente salida de Radamel Falcao, pocos pusieron demasiada atención en este jugador.

Pero, como decíamos, la historia de Dani Aquino da para escribir páginas y páginas. De hecho, pese a que en unos días cumplirá 23 años, su debut en primera se produjo en las filas del Murcia hace la friolera de seis temporadas. Para hacernos una idea, durante aquella campaña vestían la rojiblanca hombres como Mista, Maniche, Motta, Abbiati o Cleber Santana. Incluso formó parte de una generación dorada que conquistó el Europeo Sub17 junto a futbolistas como Bojan Krkic, Fran Mérida o Ignacio Camacho. Desde entonces, su carrera ha dado más vueltas de las que se preveían en un futbolista con su potencial.

Murcia, Valladolid y Oviedo fueron testigos de la gran calidad que atesora su zurda, pero también vieron como, en unas ocasiones por ser noticia más en lo extradeportivo que en el terreno de juego y en otras por diferencias con los técnicos, acababa saliendo sin pena ni gloria por la puerta de atrás. Tras su última aventura en el Real Oviedo (aquí puede verse la opinión de su afición), donde pasó de ilusionante fichaje a descarte habitual en las convocatorias, Aquino aterrizó en el Atlético de Madrid, donde sorprendentemente jugó en el equipo de Tercera división y no en el primer filial en 2ªB. Media temporada, 13 goles y buena parte de los méritos de la salvación del equipo fueron motivos más que de sobra para que Simeone le premiase con esos minutos con el primer equipo.

Aquino, el Torito hijo de aquel mítico paraguayo que jugó entre otros en Albacete, Betis y Rayo, tiene ante sí la que puede ser última oportunidad de ganarse la vida en esto del fútbol de primer nivel. Quienes vieron sus inicios vaticinaron una carrera plagada de éxitos pero se ha topado con el otro lado de este deporte, el que rara vez sale en los informativos, la que lleva de estrella a estrellado en un abrir y cerrar de ojos y sin margen de maniobra. Su futuro se desconoce ya que la calidad del primer equipo hace prácticamente inviable cualquier oportunidad para él pero su propósito de enmienda parece una realidad tras haber renunciado media temporada a jugar en su categoría. Ahora toca volver a disfrutar del fútbol y qué mejor escaparate que en uno de los equipos de moda del fútbol español. La pretemporada le dejará más minutos y, de seguir ofreciendo detalles como los que mostró en el amistoso en el Burgo de Osma, seguro que novias no le van a faltar.

(Foto: www.clubatleticodemadrid.com)