La actualidad en torno a la salida de Radamel Falcao, cuya operación explicase perfectamente @Infoatleti en este artículo, ha empañado la que estaba destinada a ser una de las noticias del mes. El seleccionador Vicente del Bosque dio el pasado lunes la lista provisional de 26 futbolistas de los que 23 acudirán finalmente a la Copa Confederaciones de Brasil.
Una vez más, no hay representación atlética en esta lista. Resulta curioso que en el trienio dorado de la historia reciente del Atlético de Madrid, ese que ha ido de la mano de los éxitos de La Roja, no se encuentre hueco a un solo futbolista dirigido por Diego Pablo Simeone. Bien es cierto que Del Bosque ha sabido dirigir con maestría un grupo sólido y que ha cumplido con todos y cada uno de los objetivos, pero quizá la cita de este verano se presentase como la idónea para dar el relevo generacional al combinado que nos represente el próximo año en el Mundial.
Muchos me dirán que no existe en la plantilla rojiblanca un solo futbolista merecedor de semejante reconocimiento pero no creo que sea así. A Juanfran Torres, único representante colchonero en la última Eurocopa –pese a que no llegase a disputar un solo segundo- le ha pesado en demasía su error en el partido contra Francia pero el alicantino, pese a no igualar su nivel del pasado curso podría haber cabido en esta primera lista.
Más de lo mismo para Mario Suárez, que llegó a debutar con España este año pero cuyo problema no es suyo ni del técnico salmantino, sino de haber elegido jugar en la demarcación con mayor y mejor sobrepoblación del fútbol patrio en toda su historia. Nombres como el de Javi García, cuyo mérito mayor es el de haber disputado 35 encuentros en el multimillonario Manchester City –por 43 del de Alcobendas- podrían haber permutado por el de algún jugador atlético.
Adrián perdió su bala. Su nombre apareció hace ahora un año en muchas quinielas pero una temporada aciaga, pese a los pequeños destellos ofrecidos, le han hecho merecedor de quedarse en la nevera. No es el caso de Koke, el futbolista con mayor progresión en el presente curso. Su premio, que no es poco, convertirse en bandera de una generación dorada que buscará poner la guinda al pastel a su paso por las categorías inferiores con la Euro Sub21.
Pero si de menos echo en falta algún nombre ese es el de Gabriel Fernández Arenas. Siempre a la sombra, siempre discreto, el canterano rojiblanco ha sabido hacerse un hueco en la historia del Atlético de Madrid gracias al tesón y el esfuerzo del día a día. Muchos criticaron –criticamos- que se le brindase una tercera oportunidad en el club de sus amores pero como bien se dice, no hay dos sin tres y a la tercera va la vencida.
Sobrio y sin estridencias, Gabi ha sido el motor de un equipo que por fin ha sabido hacer sus deberes tras muchos años de sinsabores a orillas del Manzanares. Peleó como el que más, destruyó como el que más y se llevó méritos como el que menos. Elevó al cielo de Mónaco y Madrid dos históricos títulos que luego brindó al dios Neptuno, el sueño de todo niño atlético. Quizá su momento aún tenga que esperar, pero los años pesan y oportunidades así llegan solo una vez en la vida. Los astros se habían aliado con él, pero Del Bosque parece no creer en la astrología.
Foto: Club Atlético de Madrid.
Es impresionante, con la temporado que han hecho ambos, encima parece más del barsa que del madrid, ya se podría haber hecho más del atleti miarma
Sin duda Gabi. Mario Suarez no me extraña desde que fue convocado con la selección bajo el nivel
Lateral Arbeloa antes que Juanfran. Ridículo
Siempre he sido especialmente crítico con la actuación del marqués con respecto a los futbolistas colchoneros, pero esta vez creo sinceramente que ninguno de los habituales ha hecho temporada como para ir a la selección. Juanfran y Mario han tenido un año demasiado irregular y su buena final de copa no debe engañarnos. En cuanto Adrián, un par de destellos no son suficientes para jugar en la mejor selección del mundo.
No obstante, me gustaría romper una lanza en favor de Koke, un verdadero portento físico con estilo y una altísima versatilidad, que lo mismo juega de mediocentro, que de enganche, por las bandas, etc. Es un jugador-comodín en toda regla que podría venir genial en la selección. Te sirve igual para un roto que para un descosido.
Si yo fuese el seleccionador, sólo me plantearía llevar del Atleti a Koke y, en menor medida, a Gabi. Para gustos, los colores, por supuesto.
Un saludo.
Estoy totalmente de acuerdo con el último comentario. Al menos Koke es fijo en la sub 21, y por detrás irá llegando Óliver. Lo que sí es verdad es que si va Javi García, para eso llévate a Mario Suárez joder…
Creo que Gabi merecería ir entre los 26 futbolistas. Como dices muy acertadamente, creo que el Atleti tendría que tener una representación en la seleción por la temporada que ha hecho.
Del Bosque exige a los jugadores atléticos más que a los de cualquier otro equipo.
La convocatoria de Arbeloa y Albiol es un insulto a la inteligencia de los aficionados atléticos, en particular, y de los aficionados al fútbol, en general.
Abrazos.
Gabi sin ninguna duda debería ir. Mario está sobrevalorado. Juanfran tampoco se ha lucido esta temporada, pero lo que hizo en la final de la Copa tendría que ser recompensado.
Tan solo una pequeña reseña.
Lo que distingue al Sr. Del Bosque de otros seleccionadores son las buenas formas, diplomacia, etc. Menos con el Atletico de Madrid.
Impensable que en el país donde mejor futbol se practica y actual campeón del mundo, no se lleve a ningún jugador del Campeón de España-Copa del Rey y 3º clasificado en la Liga. INCREIBLE.
A del Bosque le sigue pesando su mal estar (envidia) con el verdadero creador de la España invencible, santo y seña del Atlético de Madrid: D. Luis Aragonés. También le sale su vena madridista antirojiblanca. Me remito a las pruebas de lo que estoy escribiendo.
Tan solo una humilde opinión atlética.
Un abrazo.
Está claro que hay jugadores que tienen que hacer muy poco para ir (especialmente algunos del madrid) y otros que pueden hacer la temporada de su vida y aun así lo tienen dificil.