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El Atlético B llegaba, a la jornada 31, a cuatro puntos de los puestos de ascenso y con la ilusión de conseguir la que fuese la quinta victoria consecutiva, pero esta vez no pudo ser. El conjunto colchonero empató (1-1) ante el Sporting B, en un partido que pronto se le pondría cuesta arriba con el gol tempranero de los asturianos. Eso, las expulsiones y la ausencia de hasta cinco titulares, hicieron que ese punto conseguido en el Cerro del Espino supiese a gloria; todo bajo la atenta mirada de Simeone que presenció el partido junto a su hijo.

No llevaban cuatro minutos de partido cuando Guerrero, jugador visitante, aprovechó un balón muerto en el área y fusiló a Bono sin que el marroquí pudiese evitarlo. Sin esperarlo, los de Santaelena acababan de recibir el primer tanto mientras estaban pensando en la charla del técnico. Luego el equipo lo intentó y, de hecho, estuvo mucho mejor que el Sporting. Gerard la tuvo dos veces, pero no supo aprovechar bien los centros de sus compañeros. El delantero venía de superar una gripe y parece que aún sigue gafado de cara a puerta.

Ya a la desesperada, a falta de unos minutos para que finalizase el primer tiempo, Thomas realizó un disparo que, tras golpear en un defensa, se complicó hasta cierto punto que el guardameta tuvo que meter la mano para evitar el empate. Siendo la ocasión más clara del primer acto.

Ya en el descanso, los colchoneros se fueron con la sensación de haber sido mejores y de dominar el encuentro en todos los sentidos. El gol llegó en una desafortunada jugada provocada por el despiste de la defensa, algo que se puede justificar si tenemos en cuenta que el entrenador tuvo que improvisar debido a la falta de jugadores en todas las líneas del terreno de juego.

La segunda parte comenzaría como la primera, nada más empezar Jairo se planta solo ante Bono, pero esta vez el cancerbero no cayó en el mismo error y atajó el esférico con una buena parada. Tras esto, fue una inyección de moral que motivó a los chavales a conseguir el empate.  Ocasiones de Iván y de Gerard en busca del deseado premio, pero parecía que no era el día de nadie de cara a puerta.

Las cosas se pusieron peor, sobre todo, cuando César Ortiz fue expulsado por doble amonestación. El capitán había recibido amarilla por protestar en el 64 y, ocho minutos después, vio la segunda  dejando a sus compañeros con uno menos. Pero paradojas de la vida, el equipo llevaba todo el partido sin marcar teniendo a todos sus efectivos y, curiosamente, tras la expulsión, Ndoye consigue el gol del empate culminando la gesta. El ariete, que ya fue héroe en Luanco, recibió el esférico y lo cruzó ante la atenta mirada del portero visitante. Este gol significaba el 1-1 y aún restaban once minutos más para que finalizase el encuentro.

Poco se podía pedir más, ya que Thomas también fue expulsado en el minuto 86 por doble amarilla, aunque arrastró al jugador del equipo contrario, Alex Menéndez, que fue expulsado con roja directa. Tras todos estos acontecimientos el partido estaba más que sentenciado, al final reparto de punto para los dos filiales que se quedaron con ganas de más.

Con este resultado, los de Alfredo Santaelena se quedan a tres puntos de los puestos de play-off, a la espera de lo que haga el Fuenlabrada fuera de casa. No se puede pedir más a un conjunto que, a pesar de las bajas y fugas de jugadores con el primer equipo, está dando la cara y se mantiene en la lucha por ascender. De momento, las cosas van demasiado bien y hay que vencer al siguiente rival, el Real Oviedo.

Foto: Club Atlético de Madrid.