Partido de Liga, Vicente Calderón, Courtois recogiendo una pelota en su portería y derrota. Parecía que estos cuatro elementos jamás se verían en una misma ecuación en el estadio rojiblanco. Pero sucedió. Y sucedió porque lo normal es que sucediese. Porque aunque nos hayan pintado como un equipo con superpoderes dirigido por una especie de mesías, el Atlético de Madrid, hasta que se demuestre lo contrario, fue es y seguirá siendo un equipo mortal. De carne y hueso. Capaz de ganar cuatro títulos europeos en cuatro años y de perder estrepitosamente con el colista.
El descenso al tercer puesto no debe considerarse un drama, por mucho que algún periodista se mofe de la diferencia entre los equipos de la capital en la última década de manera repugnante. El Atlético de Madrid está diseñado única y exclusivamente para aspirar a la tercera plaza y, si alguno de los dos mastodontes se despista, cazar en río revuelto. Todo hacía indicar que podría haber ganancia de pescadores, pero los vecinos han espabilado. No habrá más remedio que desquitarnos el próximo 17 de mayo en la final copera…
Cargaron, bramaron muchos, servidor incluido, con la ausencia de Oliver Torres en La Rosaleda y ante la Real Sociedad -180 minutos sin goles resultan casi una eternidad viendo el rendimiento del equipo en la presente temporada-, sin embargo Simeone supo explicar en una rueda de prensa tan convincente como excesivamente a la defensiva la suplencia de un canterano que sigue en un incómodo limbo sin liderar al Madrileño ni aportar absolutamente nada al primer equipo.
Volviendo al tema principal, es de justicia decir que el Atlético está ya donde, por desgracia, debe estar no por historia sino por la situación económica, institucional y deportiva actual. Descender de ese segundo peldaño quitará una presión innecesaria a unos jugadores que no deben caer en la sensación de que el objetivo está ya cumplido esta temporada y que no hay más partidos que la finalísima de la Copa del Rey. Cualquier duelo, cualquier punto es importantísimo para alcanzar el objetivo de la tercera plaza cuanto antes.
Si se puede ser matemáticamente tercero en la jornada 35, mejor que en la 38. Quizá entonces, esperemos que también con el madrileño salvado, será momento de ver a Oliver. Y a Manquillo. Y a Saúl. Y a todos esos futbolistas que Simeone considere aptos para dar cobertura a una plantilla que el año próximo necesitará refuerzos de garantías para afrontar Liga y Copa y para lucir palmito en la mejor competición que ofrece el continente, esa que nunca debimos dejar de jugar. Si los refuerzos son gratis y de la casa, mejor que mejor.
PD: Aún no conocemos cómo será ese equipo que juegue la Champions, pero sí que vamos teniendo pequeñas pinceladas. Como líder de la defensa actuará Joao Miranda, un brasileño que vino con pinta de Eller pero que camina para ser el nuevo Luiz Pereira. El central ha renovado su contrato con el Atlético de Madrid hasta 2016 y ha mostrado su satisfacción en este vídeo.
Ser terceros era el objetivo. Ahora puede saber a poco, pero no nos engañemos, si Barça y Madrid están bien son inalcanzables. Otra cosa es la motivación que pueden tener los jugadores de cara a estos once partidos. Baste de ejemplo el Valencia en las dos últimas temporadas, cuando se vio en UCL y sin posibilidad de alcanzar a RM y FCB, sus resultados fueron nefastos. Como bien dices hay que atar ese tercer puesto y no renunciar, al menos hasta finales de abril, a pelear por cotas más altas. Sin olvidarnos de la Copa.
Un saludo
No te pongo ni una coma, Iván
tenía que llegar… ya ni nos acordábamos que se podía perder en casas contra un «no»grande…saludos
Pues mira, si la liga con este barsa está imposible, a mí me gustaría ser segundo en liga, porque realmente estamos viendo que el madrid esta reservando, y nosotros prácticamente ya estamos clasificados para la CHAMPION, q hacemos, reservamos hasta la copa? o nos marcamos otros objetivos superiors, teniendo en cuenta que la liga está muy dificil…