Liga
Jornada 10
Valencia 2
Atlético 0
Valencia: Álves, Pereira, Ramí (Víctor Ruiz, 63'), Ricardo Costa, Cissokho, Feghouli, Gago, Tino Costa, Guardado, Jonás (Banega, 81'), Soldado (Valdez, 88')
Atlético: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Arda Turan, Tiago (Mario Suárez, 69'), Gabi (Raúl García, 66'), Emre (Rodríguez, 56'), Adrián, Falcao
Goles
1-0 Soldado (19')2-0 Valdez (90')
¿Saben lo mejor de una derrota así? Que uno termina enfadado, enrabietado. Que me doy cuenta de que no me gusta perder. Que las derrotas, ahora, nos sientan mal. ¿Recuerdan cuando estuvimos acostumbramos a perder? El Cholismo nos ha devuelto la ilusión, las ansias de ganar y esta derrota, la primera de la temporada, nos sabe a cuerno quemado. Mejor así.
El Valencia planteó un partido muy físico desde el principio. No podía ser de otra manera viendo su trayectoria en la temporada. Una derrota frente al Atlético le hubiera supuesto perder, casi definitivamente, sus opciones de clasificarse para la Liga de Campeones en la décima jornada. Seguro que Simeone lo sabía también, sin embargo, siguió fiel a su política de cambios en las alineaciones. El encuentro requería poner en el centro del campo jugadores con más capacidad de lucha, de pelea y de choque que las que tienen Tiago y Emre.
El portugués es, hasta ahora, el futbolista que ha ofrecido un rendimiento más bajo de toda la plantilla. Su aportación ha sido bastante prescindible en todos los partidos que ha participado, pero el Cholo confía en él para algunos partidos. El de hoy no era el más adecuado.
Los primeros minutos del choque fueron de ida y vuelta. Ningún equipo se hizo con el mando del juego. Era previsible asegurar que el que marcara el primer gol tendría la victoria muy cerca. El gol de Soldado llegó en un error de bulto de la pareja de centrales. El balón vino de muy lejos, bombeado. Godín se encargaba del marcaje del ariete valencianista. En un momento dado se para, levanta el brazo y se desentiende del contrario, dejando la papeleta para Miranda que llega tarde a hacer la cobertura. El remate no era nada sencillo, pero Soldado acertó de una estupenda volea.
El Valencia había logrado el objetivo antes que el Atleti. Le cedió el terreno y se parapetó atrás en busca de un contragolpe que sentenciara definitivamente el marcador. El Atleti no rehuyó el desafío y se volcó sobre la portería de Álves. Fueron los mejores minutos de los rojiblancos. Sin demasiado fútbol, hay que decir. Nuestros mejores hombres en la creación de juego son Adrián y Turan. Ambos iniciaron el partido demasiado pegados a las bandas en un intento de ocupar la mayor parte del terreno posible. Esta posición les resta eficacia y capacidad de crear peligro. Cuando aparecieron en posiciones cercanas al área fue cuando el Atlético dio la mayor sensación de peligro.
El equipo necesitaba nuevos futbolistas para la segunda parte. Simeone hizo los cambios más pronto de lo que es costumbre en él. Primero Rodríguez y luego Raúl García. Mejor el uruguayo que el navarro sin que ninguno de los dos aportaran lo que se necesitaba de ellos. El Atlético no encontraba el ritmo necesario de juego para alcanzar el gol, en parte, por el sinfín de faltas provocadas por los valencianistas y en parte por las urgencias que iba teniendo a medida que avanzaba el cronómetro.
Turan se cambió de banda y encontró en Filipe Luis un fiel aliado. Entre los dos crearon las jugadas más vistosas y de mayor peligro de todo el partido. Ninguna fue limpia. Siempre un rebote, una pierna contraria, una falta. El partido se iba trabando cada vez más. Daba la sensación de que esta vez la victoria se le escapaba al Atlético.
Fue el único equipo que, fiel a su estilo, trató de jugar al fútbol. Un estilo poco virtuoso, si quieren, pero bien definido cuya única finalidad es ganar. No pudo ser porque el rival también juega y el Valencia eligió esta vez que su juego iba a consistir, básicamente, en no dejar jugar al Atlético. Esta derrota no resta ni un ápice de valor a lo ya conseguido, ni un gramo de ilusión a lo que nos queda por conseguir.
Mención aparte merece el trencilla de turno. Teixeira no está para arbitrar ni a juveniles de un equipo de barrio. Y, no se lo pierdan, es referee de la FIFA. No se trata tanto de si ve o se le escapa un penalti a Falcao o si acierta o yerra en tal o cual jugada o de si interpreta correctamente el pisotón de Soldado a Falcao. Es la nula autoridad con la que dirige los encuentros. Se le ve inseguro de las decisiones que toma, con cara de oveja desvalida frente a una manada de lobos que lleva tres días sin comer. Así no hay manera de que los futbolistas tomen a un árbitro en serio. No es cuestión de cargar las tintas sobre él, ni culpabilizarle de la derrota, es cuestión de que con árbitros así los partidos se enredan y el espectáculo se devalúa.
Foto: Sportyou.
El Atleti mereció muchísimo más. El Valevia muy rábano y Soldado repartió estopa en plan barriobajero, espero qu el Marqués estuviese viendo el partido y no lo vuelva a llevar a la selección, máscaras así no merecen vestir la camiseta nacional. El equipo tuvo una actitud encomiable los 90 minutos y me gustó ver a un Adrián cada vez más fino. Nos faltó un poquito de la suerte que hemos tenido otros días, pero a los jugadores no se les puede reprochar nada. Forza Atleti!
El pisotón de Soldado a Falcao fue, cuando menos, sospechoso. Sólo él sabe si fue a propósito o involuntario.
A pesar de la derrota el Atleti estuvo bien, aunque a mi juicio, le faltó algo de fútbol.
Es dificil meterle mano a un equipo tan destructivo como el Valencia y ademas a domicilio. La ultima media hora fue lamentable, no llegando a los 10 minutos de juego efectivo con perdidas de tiempo lamentables por parte de los jugadores valencianistas(lo de su portero fue de juzgado de guardia), pero son lances con los que hay que contar.
El error de nuestra defensa y el acierto de Soldado en el gol fue lo que decanto la balanza.
Un abrazo.
Evidentemente influyó mucho en el juego la determinación del Valencia en no dejar jugar al Atleti. A pesar de eso, creo que nos faltó fútbol para superarlo. El centro del campo no funcionó.