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Permítanme, antes de empezar con la crónica del primer partido de Liga del Atlético de Madrid, que me desahogue a cuenta de algunos aspectos que rodean al campeonato nacional de liga que acaba de comenzar. Mucho se ha comentado acerca del disparate horario que ha organizado la LFP, siempre obediente a los designios de los operadores audiovisuales. Sin embargo, creo que además de esto hay otras cuestiones que se comentan menos, pero que son igualmente importantes y que condicionan enormemente el devenir de la Liga.

Es el apoyo mediático que reciben dos clubes, son, también, los horarios y el calendario hecho a su medida, es el injusto reparto del dinero procedente de las televisiones, el que está ahondando en las diferencias, cada temporada un poquito más, en una competición a todas luces adulterada.

El Atlético afronta un inicio de temporada con partidos a horarios intempestivos, uno de ellos contra el Athletic a solo tres días de la final de la Supercopa, mientras que el Chelsea jugará el sábado, por lo que tendrá dos días más de descanso. Es la prueba evidente de que a Astiazarán y a su correligionario Tebas les importa un bledo el Atlético de Madrid. No cabe mayor atropello.

Mientras, Cerezo y Gil Marín han hecho un poco de ruido, alguna que otra amenaza, y poco más. Inmediatamente se han plegado a los designios de los gerifaltes de la Liga, con el Secretario de Estado para el Deporte, mediante.

Nos queda la libertad. La que tiene cada aficionado al fútbol para abonarse o no alguna plataforma televisiva, para renovar o ahorrarse unos centenares de euros, para comprar los tabloides deportivos o pasar de largo por el quiosco de la esquina, para encender o apagar el televisor cuando los puntopelotas y los futboleros de turno aparezcan en la pantalla. Así que ejerza como quiera la suya, porque al final, recuerde que los que mantenemos el negociete de Astiazarán, Tebas y demás presidentes de los clubes de fútbol somos nosotros.

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Primer partido de Liga y ya se han puesto al descubierto las carencias de la plantilla del Atlético de Madrid. Las lesiones de Juanfran y de Filipe obligaron a Simeone a cambiar la alineación sobre la marcha. El técnico argentino dispuso una defensa de circunstancias con tres centrales: Cata, Miranda y Godín. Un lateral derecho avanzado: Silvio y una banda izquierda que trató de ocupar como pudo Godín.

A pesar del intento de fortalecer la defensa, el Atleti se tragó el primer gol de la temporada, acusando las viejas carencias de siempre, tras el lanzamiento de un córner. Una indecisión a medias entre Falcao y Godín facilitó el gol del Levante que se adelantó en el marcador y puso el partido donde quería.

Agazapados atrás, el conjunto valenciano esperó al Atleti muy cerca de su área. El Atlético tomó el mando del partido gracias al buen trabajo de Arda que, ante la ausencia de Diego, asumió la responsabilidad de dirigir al equipo. Turan dominó todo el frente de ataque rojiblanco, pero se encontró solo, muy solo. Ni Silvio que profundizaba continuamente por la derecha, ni Adrián acompañaron al turco.

Tuvo que ser el propio Turan el que empatara el partido de un soberbio derechazo desde la frontal. Algo insólito en el Atlético de Madrid y que debería probarse con más frecuencia.

No cambió mucho el partido después del gol. El Atlético siguió atacando, con las líneas bastante adelantadas, pero sin crear excesivo peligro. Falcao fue un triste tigre sin tener una mínima ocasión de remate. Y es que es una tragedia tener a un delantero centro como el colombiano sin que se le dé ni un solo pase de gol en todo el partido.

Debutó Óliver, una buena noticia, más por lo que pueda venir que por lo que demostró el cacereño. Al principio porque Simeone lo colocó en el puesto de delantero, y al final del partido porque el juego del Atlético era ya demasiado precipitado. Lo intentó el chico que formó una sociedad por la banda derecha, más que notable, con un incisivo Kader que también debutó esta noche.

El Atleti lo intentó, pero se necesita más velocidad, más orden y más verticalidad para ganar este tipo de partidos, tan frecuentes en la liga española. Simeone debe decidir sobre a quién da los galones para jugar en la zona de creación. Sin eso estamos condenados a estar en la zona media de la tabla.