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Estaba el partido en el filo. Era de esos encuentros que tantas veces hemos vivido. El Atleti tiene una capacidad infinita para complicarse los partidos como ningún otro equipo tiene la facultad de hacerlo. Y éste podía ser uno de tantos. Hasta que apareció Arda Turan. Genio como pocos, deshizo el entuerto en un remate prodigioso y en una jugada personal sensacional que pusieron patas arriba el Calderón. El Atlético se agarró a su talento para ganar el partido y coger inercia para el partido del jueves.

El Atleti arrancó bastante bien. Simeone puso a todos los mejores en la alineación, menos a Adrián que lleva una paliza descomunal. Pronto se percibió que el equipo había salido a finiquitar el partido cuanto antes. Asedió desde el principio la portería españolista liderados, principalmente, por Salvio y Turan. El primer gol llegó en el lanzamiento de un córner perfectamente botado por Diego y cabeceado como mandan los cánones por Godín. Lo que el jueves se había convertido en un sinvivir para los atléticos hoy les daba el primer tanto.

Pero, como quiera que el Atleti es maestro en el arte de complicarse la vida y favorecer al rival, el Español empató. No necesitó trabajar mucho para conseguirlo. Unas cuantas jugadas de ataque y la defensa tembló. Sergio García, muy pillo y habilidoso él, aprovechó un saque de banda para liársela al bueno de Filipe, que cuando se quiso dar cuenta de por dónde le había pasado el balón, los jugadores pericos estaban celebrando el tanto de Dídac.

El Español olió sangre y siguió empujando durante lo que quedaba de primer tiempo. El Atlético de Madrid perdió el oremus sin que Gabi, ni mucho menos Tiago, que está en alarmante baja forma, pudieran ponerle algo de sentido al juego. Gabi anduvo fuera de sitio cometiendo muchas faltas que daban opciones de llevar peligro al área atlética. Simeone que se dio cuenta, como todos, de dónde podía acabar el centrocampista, lo sustituyó por Mario Suárez.

Todo un acierto porque el canterano se marcó uno de sus mejores partidos desde que uno recuerda. Nada que ver con el Mario fallón y timorato. Se olvidó de su compañero de demarcación y dio un paso adelante. A partir de ahí el Atleti pudo construir un fútbol mucho más organizado, equilibrado y peligroso para el rival.

El duende del fútbol, que se había recostado en el sillón unos minutos, regresó al césped del Manzanares. Juanfran realizó una de sus habituales cabalgadas por la banda deshaciéndose de todos los rivales que le salieron al paso y puso un centro para que Arda Turan rematara a gol en un bellísima y plástica chilena que muchos de los chavales que estuvieron en el Calderón, querrán emular en el patio del colegio.

Luego llegó la jugada personal del turco de su segundo gol que sirvió para que el personal desatara su pasión con cánticos atronadores: Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan, Arda Turan. En solo dos minutos Turan había llevado al Atlético a la victoria con dos detalles espectaculares solo accesibles a los elegidos.

Turan ha vivido algunos momentos complicados a causa de una lesión y una salida nocturna inoportuna. Ha retornado en el punto álgido de la temporada: cuando se ganan títulos y se logran clasificaciones para la Liga de Campeones.