Si creíamos haberlo visto todo dentro de un campo de fútbol: el gol de Maradona, un cabezazo a un contrario en una final de un Mundial, pisotones, escupitajos, peleas, un balón que rebota en balón de playa y acaba en gol, estábamos equivocados. Con el Atlético siempre hay un más allá, una frontera que traspasar, un Rubicón que cruzar, un ridículo más, una risión tan lamentable como escandalosa.
La afición podrá cabrearse con Gil y Cerezo, y tendrá razón, con Pitarch y tendrá razón, pero con quien realmente hay que cabrearse por la situación actual es con los jugadores. Que no cumplen con su trabajo, que no son profesionales y que no quieren ganar un partido jugando contra nueve más de media hora.
Los jugadores viven su vida ajenos a la realidad que les rodea, les da lo mismo ganar que perder, por mucho que luego digan que en el vestuario están jodidos. Pues ayer no lo demostraron. Son ellos los que ayer tiraron dos puntos a la papelera y otros dos contra el Almería y los mismos que estaban en el campo cuando el Osasuna les marcó tres goles en media hora.
Y al fondo, el Atleti se asoma al balcón desde el que se divisa la segunda división a la que será firme candidato si la actitud de los futbolistas no cambia de forma radical y si Quique Flores no lo remedia.
El apunte: El Atlético ha ganado un partido en toda la temporada de Liga y dos en toda la temporada oficial.
Corona de laurel: para el Mallorca que creyó en el empate a pesar de contar con nueve jugadores, aunque para ello contara con la generosa ayuda de los jugadores rojiblancos.
A los leones: a todos los nuestros que participaron en el partido.
Que espabilen los jugadores ya! Que dejen de reprocharse las jugadas inacabadas unos a otros, que todos llevan el rojo y el blanco!!