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A lo largo de los últimos años hemos leído muchísimas noticias acerca de la construcción de una ciudad deportiva del Atlético de Madrid. Parece increíble, pero pasan los años y el tercer club de fútbol de España y uno de los más poderosos de Europa sigue entrenando en unas instalaciones que no merecen llamarse ciudad deportiva. El último proyecto la sitúa en Alcorcón, muy próxima al proyecto Eurovegas. Aunque antes hubo otros proyectos.

Jesús Gil tuvo un primero que, seguramente, ustedes no recordarán. Todo comenzó al poco tiempo de ser elegido presidente del Atlético de Madrid. En diciembre de 1989 Gil presentó a Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, un proyecto de ciudad deportiva en Getafe. «Si el Atlético de Madrid, en concreto su presidente, Jesús Gil, quiere construir una ciudad deportiva, la Comunidad le apoyará totalmente”, declaró Leguina según una noticia de El País. Más adelante puntualizó: «No hay nada decidido, ya que primero hay que hablar con el Atlético para que nos explique el proyecto, concretar dónde se hace, cómo, en qué condiciones y qué papel jugaría la Comunidad”.

El presupuesto previsto para la construcción de esta instalación era de 23.000.000.000 de pesetas, 138.232.784,01 de euros.
Dos meses después, Jesús Gil presentó el proyecto a Pedro Castro, alcalde de Getafe. ABC publicó la noticia el 20 de febrero de 1990. Según este diario, Gil detalló todos los pormenores sobre la situación y financiación de la ciudad deportiva. El proyecto debería ser aprobado por el Consejero de Política Territorial, Eduardo Mangada, que tenía suspicacias sobre el proyecto. El presidente del Atleti comprendía que el consejero tuviera dudas, tanto es así que Gil llegó a decir: “hay mucho especulador en la geografía española”.

Estaba previsto que la ciudad deportiva ocupara 600 hectáreas. Era un terreno rústico que debería ser recalificado a suelo destinado a servicios sociales. Según Pedro Castro en un año y medio, esto es al inicio de la temporada 1991/1992, “se podrían tener los primeros complejos recreativos funcionando”.

Una vez terminadas estas primeras obras, y siempre según esta noticia, se pondría en marcha el Plan de Viabilidad Económica del proyecto con el objetivo de reunir los 30.000.000.000 de pesetas, 180.303.631,32 euros, necesarios para su construcción -nótese que en dos meses el presupuesto aumentó en 7.000 millones de pesetas y que este nuevo presupuesto es similar al que nos dicen va a costar el nuevo estadio del Atlético de Madrid ¡23 años después!-.

¿Cómo se lograrían recaudar los 30.000 millones de pesetas? Con nada que no se hubiera inventado antes: con la construcción de viviendas y de varios centros comerciales. Jesús Gil lo tenía todo muy bien atado puesto que desveló que había dos entidades financieras muy importantes que estaban muy interesadas en este proyecto.

La economía del club estaba salvaguardada con este proyecto: «el dinero que se obtenga se destinará a financiar el Club Atlético de Madrid, pudiéndose comprar jugadores con dicho dinero, reduciéndose el coste de las entradas y los abonos para los socios«, puede leerse en un párrafo de esta noticia.

Para gestionar este macro complejo deportivo se crearía una sociedad mixta formada por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Getafe y el Atlético. El Ayuntamiento tendría una participación del 10% de dicha sociedad para, según Castro, “garantizar que el proyecto se tramita de la manera adeudada”.

El optimismo se apoderó de los grupos políticos que formaban parte del consistorio. De ahí que el grupo de IU estimara que los beneficios de las instalación sería de 100.000 millones de pesetas, 70.000 de los cuales irían destinados directamente al Ayuntamiento.

Aquí no ha terminado todo. Hay más, mucho más al respecto de los planes que tenía Jesús Gil para esta ciudad del ocio y del deporte. Mañana, la segunda parte … aquí, en forzaatleti.com

Foto de Jesús Gil: Mundo Deportivo