4/06/2013
Tras ver el maravilloso reportaje que RTVE ha realizado sobre el Atlético de Madrid en el programa Conexión Vintage de su canal Teledeporte me vienen a la cabeza y al corazón ciertas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros.
Me he ido introduciendo en la apasionante historia del Atlético de Madrid gracias a los magníficos artículos escritos por Fernando Sánchez Postigo, por la completísima enciclopedia de Bernardo de Salazar, por las fotografías con que, generosamente, nos obsequia La Historia Rojiblanca en twitter, entre otras cosas, pero principalmente por estas.
Puede que al principio cueste adentrarse en la historia del Atleti. Nos pilla un poco lejano todo aquello que ocurrió hace muchos años. Nos interesa más la actualidad, el día a día, las noticias del presente e ilusionarnos con el futuro. Pero he de deciros que repasar los hechos históricos de nuestro club engancha rápidamente. Aprendes un poco y enseguida quieres saber más. Comienzas admirando a los futbolistas que más te suenan y terminas por idolatrar a otros que no conocías o que te sonaban sin más.
Sin conocer en profundidad la historia no es posible tener conciencia de lo grande que fue este club. Y sin saber esto corremos el riesgo de que poco a poco, o mucho a mucho, la idea mentirosa de que el Atleti es un club perdedor y de que los seguidores del Atlético somos sufridores vaya calando dentro de nosotros.
Destacaré un par de cuestiones acerca de la primera parte del programa, emitido hoy, que me han llamado la atención y que tienen conexión con la actualidad.
La primera es que del reportaje se trasluce que el Atlético de Madrid, desde sus orígenes, fue como una gran familia. Directivos, jugadores y aficionados tenían unos lazos de unión irrompibles. Las derrotas y los traspiés no hacían sino fortalecerlos. Esa cofraternización hacía que las dificultades se superaran cuando llegaban los momentos difíciles, como por ejemplo, cuando se produjo la venta de los terrenos del Metropolitano y se edificó el nuevo Estadio del Manzanares.
La segunda que destaco es el compromiso que tenían los futbolistas con el club. Algunos ejemplos: Alfonso Aparicio, único futbolista en la historia del Atlético, con cuatro Ligas como jugador dice: «Mi vida en el Atleti se limita a 15 años«. Lo dice como pidiendo disculpas, como si dedicar toda su vida al Atleti no hubiera sido suficiente. O Adelardo al que se le ilumina el rostro cuando recuerda tantos y tantos triunfos y títulos como ha logrado en sus 550 partidos vistiendo la camisola rojiblanca. Un verdadero sentimiento sincero, emociona al espectador.
Por eso, no entiendo, cómo es posible que los aficionados atléticos se conformen con que el Atlético de Madrid se haya, lo hayan convertido en un club de paso, o en palabras de Simeone, en un club trampolín. Que, si no aplauden, por lo menos justifican o comprenden que Falcao haya marchado del Atleti después de sólo dos temporadas y que ya estén ilusionados con si se va a fichar a éste o al otro o al de más allá.
Pienso que lo más grave del último cuarto de siglo de historia rojiblanca es que el Atleti ya no es una gran familia. Casi no queda nada de lo que un día nos hizo ser hermanos que luchaban defendiendo nuestros colores rojo y blanco. Nos han quitado el presente y, si nadie lo remedia, nos quitarán el futuro, pero no podrán quitarnos jamás la gloriosa historia del Atlético de Madrid. Eso, no. Aprendámosla y disfrutémosla.
Foto: ABC.
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Yo pienso que un equipo que juegue entre la élite de las principales ligas ya nunca puede ser como era hace 25, 40 o 60 años.
El fútbol ha cambiado mucho y ya no podrá volver a ser lo que fue. Hoy se sostiene principalmente con el dinero de las TV y de las competiciones europeas y no con el de su masa social como antes.
El deporte se ha profesionalizado al máximo, antes no existían las cláusulas de rescisión y ahora sí, antes había un límite de extranjeros y ahora no hay límite de comunitarios o dobles nacionalizados, lo que influye en que apenas haya canteranos o jugadores nacionales con lo que ya es un factor a tener en cuanta en la poca fidelidad a unos colores. En otros países como Inglaterra (y ahora Francia) se mueve muchísimo más dinero en el fútbol lo que hace que tengamos muchos más jugadores españoles fuera de España que nunca.
Lo más parecido al fútbol de antes que queda aún es el Athletic de Bilbao y no le va del todo bien, ahí tampoco duran las estrellas, no somos el único equipo al que se le van las estrellas.
Y a nivel europeo el formato Champions en que la mayoría de campeones de liga tiene que jugar al menos dos eliminatorias previas en verano, mientras 9 no campeones acceden directamente a la fase de grupos y otros 5 juegan una sola previa ha hecho que la mayoría de ligas europeas se debiliten y que equipos clásicos como Ajax, Anderlecht, o equipos austriacos, exyugoslavos o checos sean verdaderas cenicientas de grupo en el mejor de los casos, porque en estas ligas cualquier jugador que destaque rápidamente emigrará a otras ligas más potentes.
Ese sistema de previas hace que la mayoría de equipos no pueda confeccionar una plantilla sabiendo si jugará en septiembre competición europea o no, mientras que los grandes equipos europeos ya saben hoy que en septiembre tienen asegurada la Champions y unos cuantos millones por ello.
El fútbol ya no es lo que era, pero tampoco lo será, hay que cambiar demasiadas cosas, no solo una directiva, que también
Efectivamente, el fútbol ha cambiado, pero me da mucha envidia cómo antes el Atlético de Madrid era una gran familia. Sólo hay que ver las imágenes de la época para darse cuenta de ello.
Hay dos Atléticos: Uno hasta 1987 sin Gil y otro desde 1987 con Gil. Hay que luchar por volver a ser el Atleti de 1987. Da pena ver lo que era el Atleti y el daño tremendo que le han hecho tantos los Giles y los Cerezos. Estos documentales son muy necesarios para que muchos vean lo que era el Atleti. Es muy necesario que se conozca nuestra historia. Un saludo
Seguiremos en la lucha, don Fernando.
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