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El Atlético de Madrid sumó su décima victoria consecutiva en casa en Liga, lo que quiere decir, que cae otro registro histórico, puesto que nunca antes había completado todos los partidos de una primera vuelta en su feudo con victorias. Lleva 26 partidos seguidos -todas las competiciones- marcando al menos un gol en casa. Y así, otros cuantos récords que añadir a los muchos que ya ha batido el Atlético de la temporada 2012/2013. Ya los habrán leído por ahí.

Los números, las estadísticas, los 44 puntos y todas estas cuestiones son la consecuencia, no la causa. La causa, la verdadera causa es el espíritu. Vino Simeone a redimir las penas acumuladas durante más de una década y nadie se imaginó que podía hacerlo con tanta brillantez. Sólo el Cholo creía, de verdad, en el Cholo. Ni siquiera, obviamente, quienes lo contrataron como hombre de último recurso para librarse de las miradas, cada vez más amenazantes, y de los silbidos, cada vez con más decibelios de una afición harta de todo, casi hasta de sí misma.

Ahora lo contemplamos sumidos en la espiral que marca un calendario vertiginoso y no tenemos esa visión pausada y reposada que requiere un análisis en profundidad de lo que está haciendo el Atlético. Pero, es que hace doce meses, estábamos muertos, oigan.

Hoy, el Atlético de Madrid bate las marcas históricas de un club que ha contado entre sus filas a auténticos ases del balompié. Equipos de ensueño que han conquistado títulos y gloria. Equipos que han marcado época en España y, en algunas temporadas, también en Europa. Y aquí estamos, superando todos los números y los datos de esos maravillosos equipos, cuando hace un año era un equipo cayendo por el abismo.

Es el espíritu cholista que nos ha cambiado el Atlético. Bien, no el Atlético auténtico, porque ése siempre ha sido igual. Nos ha cambiado el Atlético gilista y cerecista. Ése que se conformaba con deambular por la liga, que no se clasificaba, casi nunca para Europa y que en estas fechas estaba a veintipico puntos de líder.

El Atleti apabulló al Real Zaragoza durante cuarenta y cinco minutos. Los necesarios para marcar dos goles y certificar una primera vuelta de ensueño. La segunda parte fue mucho más reposada por no decir soporífera. Perdonados quedan si eso sirve para llegar más descansados al partido de la Copa del Rey contra el Betis.

Cuenta Simeone en conferencia de prensa que sus jugadores están obsesionados por ganar. Lo llevamos comprobando desde que llegó. Ver a Tiago rejuvenecido durante 60 minutos dando un recital de posicionamiento en el campo y de pases largos da mucha alegría. Comprobar que Gabi está en un estado de forma súper, llegando a todos los balones, se muevan estos hacia el ataque o hacia la defensa, hace que mi confianza en este equipo aumente cada partido.

Simeone nos indica el camino. Me disculpan, voy tras él.

Foto: Club Atlético de Madrid.