forzaatleti

Si es usted merengón y ha venido a esta web a leer cómo un atlético se autoflagela por  su equipo, le invito a que busque en otro sitio porque aquí no lo leerá. Si por el contrario, es usted colchonero, pero viene buscando justificaciones y autocomplacencia, no pierda el tiempo y márchese. Aquí no encontrará eso.

Sí diré que Manzano actuó con poca inteligencia al proclamar a quien quisiera oírle que el partido que iba a disputar el Atlético de Madrid en el Bernabéu sería bronco y feo. Predispuso al colegiado y al equipo rival a que todas las faltas que cometieran los futbolistas atléticos fueran interpretadas como consecuencia de una estrategia prediseñada. Nadie se lo había pedido, pero Manzano regaló una ventaja al Real Madrid de forma gratuita.

El Atlético de Madrid cuenta, en contra de la creencia general, con pocos recursos futbolísiticos para enfrentarse a equipos mejores que él.  Menos de los que muchos creen, pero más de los que piensa su entrenador. El Atlético salió muy dispuesto a desarrollar una estrategia complementaria a la que irresponsablemente anunció Manzano. Intentó jugar al fútbol y contrarrestar el juego del contrario. Y lo consiguió durante la primera parte con un buen posicionamiento defensivo de todo el equipo.

No se quedó el Atleti agazapado atrás, sino que empujado por un omnipresente Turan y un agigantado Adrián lanzaba algunos peligrosos contraataques que provocaron las dudas de los blancos. El encuentro estaba mucho más equilibrado de lo que nadie esperaba.

Necesitamos poco para que nuestra ilusión, marchitada por la falta de cuidado durante doce años, rebrote.  Nos conformamos con el Real Madrid no nos arrolle desde el primer minuto. Basta que el equipo salga con garra, pelee por defender cada centímetro cuadrado de césped y que, de vez en cuando podamos atacar, para que recuperemos la ilusión.

Una ilusión que queda cercenada en el primer error defensivo atlético. Un despiste y estás muerto. Un detalle y estás fulminado. Mucho más si el árbitro castiga con una expulsión lo que debió ser amarilla. El partido acabó en ese momento por más que el Atleti intentara prolongar la agonía.

Lo sé, me siento como tú: cada vez quedan menos razones para seguir en la brecha. Cansado de ir perdiendo argumentos tras cada derrota.

Harto de ver cómo venden a tus ídolos, de tener que pasar cada día más páginas en los periódicos para encontrar información del Atleti. De que te recuerden cuándo fue la última vez que ganamos al Madrid. De escuchar que al final, el derbi fue como siempre. De tener que recurrir al youtubue para que tu corazón se emocione. Y de que las esperanzas se transformen en frustaciones antes de las Navidades.

No te acostumbres a perder. Ni a salir derrotado de antemano. Antes nunca ocurría así.

Dan ganas de dejarlo, al fin y al cabo solo es un club de fútbol, unos colores. Hay cosas más importantes.

Pero, tienes que seguir en la brecha. Si todos abandonamos, ¿qué será del futuro del Atleti?

Para que tus enemigos te teman y no te compadezcan. Para que te tengan en cuenta. Para que no arrastren el nombre del Atleti por las emisoras de radio. Atlético, debes sobreponerte al agotamiento, al hartazgo. Si te quedas donde estás, el Atleti desaparecerá y con él una parte de ti, aunque ahora tú no lo sepas. Te lamentarás toda la vida de no haber luchado por ello.

Piénsalo. Nunca volverás a gritar Atleeeeti, Atleeeeti. Nunca volverás a cantar Te quiero Atleti, lololololo, te quiero Atleti. Ni tampoco Eres siempre tú el primero, eres siempre tú el primero, los mejores porque sí.

Atlético levántate, ponte en pie y anda. Primero da un paso, luego otro. El final del camino estará más cerca.