Liga
Jornada 33
Atlético 4
Levante 1
Atlético: De Gea, Ujfaluši, Perea, Domínguez, Filipe Luis, Raúl García, Mario Suárez (Assunção, 81'), Elías (Noguera, 85'), Juanfran (Forlán, 72'), Agüero, Diego Costa
Levante: Munúa, Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran, Iborra, Xavi Torres, Montero (Xisco Muñoz, 72'), Valdo, Juanlu (Xisco Nadal, 20'), Caicedo (Stuani, 77')
Goles
1-0 Elías (18')1-1 Caicedo (pen., 39')
2-1 Agüero (50')
3-1 Agüero (pen., 70')
4-1 Munúa (p.p., 84')
Agapito Maestre se levantó el domingo de Resurreción con la intención de ir al fútbol. Durante los días anteriores había tenido unos días de vacaciones que le habían servido para liberarse de la rutina diaria del trabajo. De lo único que no podía desconectar Agapito es de su Atlético de Madrid.
A medida que pasaban las horas sentía más pereza de coger el coche y lanzarse por la carretera rumbo al Calderón. La mediocre temporada rojiblanca, las múltiples bajas en el centro del campo y la escasa repercusión que iba a tener la protesta programada contra la directiva eran razones más que suficientes para quedarse en casita, disfrutando o cabreándose con el partido con una cervecita, o quien sabe si con un ron con limón.
Además, el domingo de Resurrección es un día típico de atascos mastodónticos. Pero, las cosas no son como las de antes. Los que buscan refugio en las playas o en sus casas del pueblo para disfrutar del sol o de las procesiones regresan de forma escalonada, según una moderna expresión acuñada por la DGT y ya no se montan los pitotes de antes en las carreteras que llevan a Madrid.
Todo invitaba a ver el partido por la tele. Pero de repente, Agapito recordó que el Kun Agüero aún juega en el Atleti. Y se le iluminó la cara. No recordaba otro jugador igual desde que en los tiempos en que era un niño viera jugar a Paulo Futre. Todavía, en los momentos de nostalgia colchonera, se pone algún vídeo de youtube con jugadas del portugués para disfrutar de su electrizante carrera, sus recortes milagrosos y su genio futbolístico.
El Kun es diferente, pero igualmente genial. Ayer, de nuevo, el Kun no defraudó. No fue de los mejores partidos del argentino en el Atleti, a juicio de Agapito, pero sin el Kun, el césped del Calderón sería un erial.
Al inicio de la segunda parte, Agapito pensaba que el partido tenía la pinta de tantos partidos que había visto perder o empatar al Atlético de Madrid contra un rival muy inferior. El Atleti dominando el encuentro, pero sin mucho sentido y el Levante tratando de que pasara el tiempo y a la espera del inexorable regalo de la defensa atlética sirviera para llevarse el partido y hacer soñar a la afición levantina que mira con entusiasmo que su equipo pueda jugar en Europa el próximo curso.
Pero, en estos pensamientos andaba, cuando apareció el Kun. Otra vez. Seguía pensando que no estaba brillante como otras tantas tardes, pero de nuevo Agüero sacó al Atleti del marasmo generalizado que se había convertido el partido con una jugada plena de fuerza e insistencia en el remate.
A partir de ese momento, Agapito no disfrutó tampoco mucho del juego del Atlético, pero al menos no pasó ningún sufrimiento. Se sintió reconfortado porque el Kun no le defraudó. Al terminar el partido, vio las caras felices de numerosos niños que sueñan con ser algún día el Kun Agüero. Pero, eso es muy difícil. De hecho, él no había visto a ningún jugador igual desde Futre y de eso hace ya muchos años.
¡Y que dure muchos años Don Julio! El Kun en el Atleti, digo. Los otros que duren el menor tiempo posible, si es posible y valen redundancias.
Probablemente hay muchos como Don Agapito, a los que daría pereza acercarse a la Ribera del Manzanares si no estuviera ese muchacho de piernas arqueadas. Lo demás invita a desplazarse solo a cuentagotas.
Grande Don Julio, sepa usted que espero sus historias con más ansiedad que antes si cabe, permítame decirle que últimamente está usted sembrao.
Un abrazo.
¡Qué alegría más grande volver a leerle, DOn Agapito! Yo si no fuese por el Kun es que no lo vería ni por la tele, macho. Ojalá y le quite el argentino el récord que ha conseguido Perea, que es bastante elocuente sobre el nivel de exigencia que tiene ahora mismo esta entidad de la cual solamente queda ya el escudo.
Un fuerte abrazo.