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Los derbys del Atlético y el Real Madrid siguen siempre unos puntos bien definidos. Primero está la ilusión de la afición colchonera, que creemos que podemos ganar este partido. Esta vez sí, seguro, esta vez sí ganamos. Esta vez sí rompemos la racha de 18 derbys sin ganar, desde 1999. Hablas con tus compañeros de trabajo y amigos, que te lo recuerdan constantemente, pero el aficionado colchonero no hace caso, está seguro de que esta vez por fin ganaremos.

La semana pasa con nervios. La noche anterior al derby no podemos dormir. Pensamos en cómo vamos a celebrar la victoria frente al eterno rival. Ya no porque seamos mejores o peores, sino por pura estadística. El Madrid es mejor, pero ya toca, ¿no? Y llega el partido.

El aficionado colchonero tiene seguridad de que ocurrirán dos cosas: el árbitro va a pitar a favor del Madrid, y la defensa atlética va a tener una fallo gordo (a partir de ahora El Fallo). Así que hay que cruzar los dedos y esperar que en ninguna de éstas nos marquen gol. Si superamos El Fallo y el pésimo arbitraje, entonces esto está hecho, pensamos. Eso y no recibir gol en los 10 primeros minutos de juego, claro, algo bastante habitual en estos partidos.

Las cosas empezaron bien. El Atleti se adelantó con un gol de Forlán. Pero claro, tanta alegría nunca puede venir sola en un derby. El gol vino tras un mano a mano de Agüero y Casillas. El argentino regateó al portero merengue que, sobrepasado, le derribó. Penalty y expulsión de Casillas en el minuto 7 de partido. Ahí entró en juego el árbitro que, viendo que el balón le llegaba a Forlán y anotaba gol, dejó seguir. Aquí el primer error arbitral: no hay ley de la ventaja en un penalty. Pero claro, nadie protestó. Los jugadores rojiblancos estaban demasiado ocupados celebrando el gol, así que no pasó nada y Casillas siguió jugando.

Poco después, en el 14, el Madrid botó un córner con remate de Sergio Ramos, que se montó a hombros de Domínguez, para empatar el partido. Esta vez los jugadores del Atlético sí protestaron, pero el árbitro no hizo caso. ¿Anularle un gol por falta en ataque al Madrid en el Bernabéu? ¿Pero estamos locos?

El resto de la primera parte fue un intercambio de golpes, en los que De Gea estuvo espectacular. Lo intentaron de todas las formas posibles, pero en todas y cada una de ellas estaba el canterano para despejar todos los balones, viniesen como viniesen. Así se llegó al descanso, con el miedo de la santa afición colchonera, que veía que se había cumplido la mitad del guión, dos errores arbitrales, pero aún no había ocurrido El Fallo.

La segunda parte fue más de lo mismo, pero sin la ofensiva atlética. El Madrid se estrellaba una y otra vez en los guantes de De Gea. El Atlético tuvo una tras 15 minutos de la reanudación, una nueva arrancada de Agüero que dejó atrás a Sergio Ramos como pudo, y digo como pudo porque el Kun tuvo que aguantar agarrón tras agarrón, pero aún así logró disparar a puerta. El disparo lo rechazó Casillas y le cayó a Forlán que envió el balón al palo. Esa fue la mejor del Atleti en todo el partido y ya no tuvo ninguna más. Un minuto después, se perdió el partido. Un buen pase de Özil en diagonal fue contemplado por la pasiva defensa rojiblanca y Cristiano Ronaldo no desaprovechó el regalo. 1-2.

A pesar de todo, la afición colchonera no veía mal el resultado. Haber marcado un gol fuera de casa en una eliminatoria es una ventaja, y solo necesitaríamos un gol en el Calderón. Además ya ha habido errores arbitrales y la defensa ha cometido un error, no puede pasar nada más. Aquí comienza un nuevo ciclo desde el principio (ilusión). Seguro que la vuelta la ganamos.

Pero el partido aún no había terminado. Quizás el equipo comprendió que el segundo gol del Madrid no fue fallo defensivo, sino acierto ofensivo del rival. Así que cuando se cumplió el minuto 90, la defensa rojiblanca cometió El Fallo. Un despeje de Filipe Luis se convirtió en pifia, el balón salió hacia atrás, hacia la posición de Domínguez que, sorprendido, no dudó en caerse y dejar el balón detenido en el suelo para que Özil la rematase a la red. Otro esperpento defensivo, otro derby perdido, y van 19.

La siguiente fase en todo derby es la resignación de la afición rojiblanca, que va al día siguiente a trabajar con la cabeza gacha, soportando la mofa y escarnio de los amiguetes merengones. Dentro de 7 días volverá a haber derby, así que el ciclo debe comenzar otra vez. Sólo necesitamos ganar 2-0 para pasar. Esta vez seguro que ganamos. Seguro…